Revocan pase a disponibilidad de agente policial

La Cámara 3ª en lo Contencioso-administrativo admitió una demanda al interpretar que no se debe asimilar el cómputo de cualquier licencia tomada por un agente policial con aquellas que surgieron por siniestros ocurridos mientras prestaba funciones, relacionadas esencialmente al riesgo de vida que implica la tarea.

La demandante sufrió dos accidentes en servicio, por los cuales se tomó 299 días de licencia médica en el primer supuesto y de 496 días en el segundo, por lo que la superioridad la pasó a disponibilidad, en el entendimiento de que había superado los dos años de licencia en los términos de los arts. 68 inc. c y art. 69 inc. b de la Ley N.° 9728 y su Decreto Reglamentario N.° 763/12.

La accionante demandó solicitando se condene al Estado a completar correctamente el cómputo de los días de licencia médica, más el reintegro de los haberes con sus intereses.

Diferencia

La cámara -integrada por Cecilia de Guernica y María Martha Angeloz de Lerda- sostuvo que no es lo mismo una licencia médica usufructuada por causas desvinculadas del servicio propio del personal de seguridad, que aquellas que derivan de accidentes o actos de servicios, en los que el policía ha puesto en riesgo no solo su salud sino su propia vida.

El tribunal dijo que una interpretación armónica, sistemática y conforme el sentido que trasciende al texto de la norma “ lleva a concluir que, al establecer que los infortunios laborales deben computarse de manera independiente, lo que se pretende es excluir de la sumatoria a las licencias por razones de salud desvinculadas al servicio previstas en los inc. d) y e) del mismo artículo, tratando por separado a cada uno de los supuestos analizados ”.

“ Cuando la norma expresa que los infortunios laborales se computarán de manera acumulable, refiere a la sumatoria de los días acordados por licencia médica que reconozcan su origen en un mismo hecho generador, ya se trate de días continuos o discontinuos, pero siempre derivados del mismo accidente producido en o por actos de servicio ”, se agregó.

La alzada consideró que “ dicha hermenéutica se refuerza con lo dispuesto en la misma reglamentación, supuesto en el cual se hace expresa referencia al cómputo de los días de licencia por razones de salud usufructuados a lo largo de toda la carrera policial, criterio que no puede traspolarse al supuesto del inc. c) del art. 68, por resultar incompatible con la naturaleza de la licencia de que se trata y no haberlo previsto de tal manera el legislador ”.

Así, se valoró que la inteligencia asignada es la que más se ajusta a la prescripción contenida en el art. 68 inc. c) de la ley 9728, la que en su texto consigna que los dos años de licencia por enfermedad contraída por accidente producido en o por actos de servicios se contarán “ desde que la misma fue verificada ”, excluyendo la posibilidad de que se contabilicen en dicho lapso días de licencia por razones de salud de tal naturaleza otorgados con anterioridad por una enfermedad contraída por un accidente producido en o por un acto de servicio diferente.

Absurdo

El tribunal destacó que no puede dejar de advertirse que la interpretación contraria, que es la que invoca la Administración, “ llevaría al absurdo de que, quien a lo largo de su carrera policial enfrentando el delito, ha tenido la desdicha de sufrir por dicha función, daños en su salud que lo llevaron a usufructuar, en su sumatoria total, más de dos años de licencias médicas, frente a una nuevo operativo que afectara su integridad física, debiendo requerir licencia por razones de salud, quedaría automáticamente, y por el resto de su carrera policial, en situación de disponibilidad, cuanto no en situación pasiva, con la consecuente reducción de su haber habitual, mientras dure su recuperación; por el solo hecho de haber cumplido con su función, esencialmente riesgosa, con el doble perjuicio de resultar herido y además ver reducidos sus ingresos ".

Por lo expuesto, el tribunal concluyó que la aplicación de la norma realiza la demandada, “ no resulta lógica ni razonable ya que trae aparejado un perjuicio a quien la sociedad toda le exige cada vez más un mayor compromiso en la lucha contra el delito, cuya violencia y virulencia se va incrementando en los últimos tiempos ”.