La Municipalidad de Córdoba recibió ayer un duro revés en la Justicia, que le ordenó que deje de verter los líquidos cloacales provenientes de la planta depuradora de Villa Boedo en el desagüe de la avenida Circunvalación.
En la resolución -adoptada por unanimidad por la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones- también se exigió al municipio que se retiren las cañerías instaladas en Cincunvalación y se presente un plan de trabajo en el término de 180 días .
Paralelamente, los jueces Ignacio María Vélez Funes, Luis Rodolfo Martínez y Roque Ramón Rebak dispusieron que el fiscal Federal de turno dictamine sobre la pertinencia o no de una investigación penal por los hechos ocurridos.
“Debe advertirse que estamos ante aguas contaminadas, provenientes de un efluente cloacal, lo que afecta no sólo el medio ambiente, sino que (también) constituye un peligro para la salud de la población, pues el curso de ese canal avanza por barrios de Córdoba, tratándose de una contaminación que es periódica, constante y que, para mayor gravedad, desemboca en el río Suquía”, remarcó Luis Rodolfo Martínez, autor del primer voto.
La sentencia fue remitida por orden de los magistrados al Concejo Deliberante para que tome conocimiento de lo dictaminado.
Antecedentes
El fallo de la Cámara se conoció después de un año y medio de una sentencia de primera instancia dictada por la entonces jueza Federal Nº3 Cristina Garzón de Lascano, que fue apelada por el Palacio 6 de Julio.
Entre los fundamentos de la casación, la Municipalidad cuestionó que Garzón de Lascano sólo le había otorgado un mes para presentar un plan para quitar las cañerías subterráneas que llevan al canal pluvial de Circunvalación los líquidos ya tratados, y que no se había demostrado realmente el vertido de efluentes cloacales.