Recalifican como accidente de trabajo la muerte de un coordinador turístico

El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba admitió el planteo de la demandante pero redujo el salario tomado como base para el cálculo indemnizatorio

Al confirmar que la muerte por infarto de un coordinador de viajes de estudio en la ciudad de Bariloche se produjo mientras trabajaba, por lo que debía considerarse un accidente laboral, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba ordenó modificar las indemnizaciones, por cuanto si bien la demandada Polaris Turismo SRL no tenía registrado al difunto, la accionante no fue precisa al señalar el salario y las comisiones que integraban el salario que percibía.

La empresa consideró que el tribunal a quo al calificar como “accidente de trabajo” el fallecimiento de S., aplicó erróneamente el artículo 6.1 de la Ley de Riesgos de trabajo (LRT), al afirmar que no es suficiente que el hecho sucediera “durante” la prestación de tareas sino que debió ser causado por alguna circunstancia que solamente pudiera producirse en ese ámbito “temporo-espacial”.

Para la demandada, no se demostró ningún detonante de la patología coronaria preexistente que padecía el trabajador, ni que las tareas fueran anormales o se realizaran en situaciones límite.

Polaris Turismo expresó que no se había valorado la pericia médica que no encontró conexión entre la enfermedad y la actividad desarrollada por difunto, pues “un recto razonamiento hubiera llevado a la conclusión de que el fallecimiento pudo ocurrir en cualquier otra circunstancia, independientemente del momento y lugar en que aconteció, y que tampoco se acreditó que la ART o la empleadora hubieran podido ejercer alguna acción para evitar el desenlace fatal”.

Entre otros agravios, la demandada objetó que el juzgador le atribuyó una “omisión de control” de los trabajadores no registrados, acumulando un factor subjetivo de responsabilidad a su parte, que no encuentra sustento legal.

El Alto Cuerpo integrado por los vocales Mercedes Blanc de Arabel, Luis Rubio y Luis Angulo declaró inadmisible la impugnación como accidente en ocasión del trabajo respecto del fallecimiento del trabajador. Al respecto se indicó que el recurrente presenta una interpretación acotada de la normativa, que se aparta de la sostenida por el TSJ en numerosos antecedentes y tampoco demuestra que una referencia aislada del perito médico conmueva esa decisión, en el contexto en que aconteció el desenlace fatal, ocurrida lejos del hogar.

Asimismo, el fallo consideró que la pretensión respecto de que el infortunio podría haberse producido en “cualquier otro lugar y momento” no era atendible porque “se basó en conjeturas, desvinculadas de lo ocurrido en función de la calificación legal de la contingencia”.

Distinta suerte

En cambio, distinta suerte corrió la crítica sobre la remuneración del difunto, al sostenerse que el a quo, con base en la testimonial y documentación aportada, verificó la existencia de la relación dependiente inicialmente negada por la empleadora y también precisó los extremos de la vinculación.

En ese orden, los vocales precisaron que al determinar la retribución por la actividad desempeñada, el a quo remitió a las consecuencias derivadas de la ausencia de exhibición de la documentación laboral y tuvo por cierto el monto expuesto en la demanda.

Sin embargo, el TSJ observó que en esa tarea, el a quo soslayó que el relato inicial en ese punto resultó impreciso, por lo que la sola aplicación de la presunción del artículo 55 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), “sin acudir a otras constancias que sustentaran la decisión en dicho aspecto, resultaba insuficiente para admitir lo reclamado”.

En ese sentido, se precisó que la parte actora, al describir la composición del salario de S., relató que “por las tareas desempeñadas percibía un sueldo fijo y comisiones por las ventas de ‘paquetes’, con más un adicional de treinta mil pesos -aproximadamente- cuando debía viajar a Bariloche, consistente en un monto fijo que se abonaba al terminar el operativo cuando hacían los números finales a mediados de enero”.

Ingreso mensual

Luego, el Alto Cuerpo indicó que a los efectos de realizar el cálculo del ingreso base mensual el juez de grado solicitó “la mejor remuneración que debería haber percibido el trabajador según la escala salarial vigente, la real categoría y jornada desempeñada”, presentando los cálculos en función de $30.000.

En ese marco, el TSJ señaló que acudir a la suma sindicada por la parte actora como percibida por el trabajador una vez al año y en concepto de “adicional”, sin referirse siquiera a la entidad de las labores y analizar las constancias obrantes en la causa, “aparece como una conclusión desprovista de la debida fundamentación”.

Por lo expuesto, en el fallo se resolvió anular el pronunciamiento en dicho aspecto e ingresando al fondo del asunto, se valoró que los movimientos que se desprenden de la cuenta informados por el banco y “el criterio de razonabilidad que debe guiar las resoluciones judiciales, conduce a determinar que los cálculos de las indemnizaciones declaradas procedentes por el a quo se efectúen con base en un salario de $15.000, por considerarlo ajustado a la antigüedad del trabajador, entidad de las labores y responsabilidad asumidas”.