Los abogados de la querella pidieron penas de prisión perpetua para cuatro represores acusados de dos homicidios y el robo de un bebé cuando se desempeñaban en el centro clandestino de detención ilegal Atlético-Banco–Olimpo (ABO) durante la última dictadura.
El pedido de condena recayó contra ex jefe del Batallón de Inteligencia 601 Carlos Tependino, el ex segundo jefe de la Central de Reunión del Batallón, Mario Alberto Gómez Arenas, el capitán del Ejército Enrique José del Pino y el ex oficial del Servicio Penitenciario Federal Juan Carlos Avena, durante la primera audiencia de alegatos.
En el juicio, iniciado en noviembre del año pasado, se ventilaron 158 delitos de lesa humanidad por los que están imputados quince represores, entre ellos el ex agente de inteligencia Raúl Gugielminetti y el ex comisario Samuel Miara.
Por esos tres centros, que en realidad fue un único centro trasladado en tres oportunidades, pasaron unas 1.500 personas, muchas de ellas mujeres embarazadas que dieron a luz en cautiverio y fueron despojadas de sus hijos antes de ser asesinadas.
El pedido de condena a prisión perpetua lo realizaron las abogadas Valeria Thuf y Elizabet Gómez Alcorta al cabo de un extenso alegato contra los cuatro represores que llegaron al juicio calificados por doble homicidio de una pareja durante un allanamiento realizado el 11 de octubre de 1978.
En ese hecho también fue secuestrado y privado de su identidad Eduardo de Pedro, hijo de la mujer asesinada, que entonces tenía un año y ocho meses de edad y ahora es querellante.
Los imputados, quince en total, escucharon los primeros pedidos de condenas sentados en el banquillo ante el Tribunal Oral Federal 2 -que integran los magistrados Jorge Tassara, Ana D’Alessio y María Carrigós de Rébori- quienes darán su sentencia en octubre.
Uno de los imputados, el ex agente de inteligencia Raúl Guglielminetti, fue reconocido por sus víctimas cuando, ya en democracia, logró infiltrarse en la custodia presidencial de Raúl Alfonsín.
También son juzgados los ex policías Julio Simón, un torturador sádico apodado “Turco Julián” y ya condenado a 25 años de prisión por la desaparición y tormentos al matrimonio Poblete-Hlaczik y el subcomisario Samuel Miara, condenado por la apropiación de los mellizos recuperados Reggiardo-Tolosa.