ESCUCHARLa Justicia lo declaró culpable de asesinar y desaparecer a la docente de 36 años. El hecho ocurrió en diciembre de 2022 y el cuerpo nunca apareció.
Dos años y medio después del brutal asesinato de Anahí Bulnes, la Justicia dictó prisión perpetua para Santiago Campos Matos, de 37 años, al encontrarlo culpable de homicidio calificado por violencia de género. La sentencia fue dictada por la Cámara 6° del Crimen, con la participación de jurados populares, quienes coincidieron en responsabilizar a Campos Matos por la muerte y desaparición de la docente, cuyos restos nunca fueron encontrados.
La condena se alineó con lo solicitado tanto por el fiscal de Cámara, Fernando Palma, como por la querella representada por Daniela Morales Leanza y Nicolás Ruades. En contraste, el defensor del acusado, Álvaro Ganame, había solicitado la absolución, alegando falta de pruebas.
La investigación determinó que Anahí fue asesinada la madrugada del 5 de diciembre de 2022 en el departamento de Campos Matos, ubicado en Emilio Olmos al 500, donde la había llevado con el propósito de contratar sus servicios sexuales. Desde esa fecha, la familia de Anahí denunció su desaparición, y el 26 de diciembre, la fiscalía ordenó la detención de Campos Matos.
Durante el juicio, se presentaron pruebas contundentes contra el acusado, entre las que destacaron rastros de sangre compatibles con el ADN de Anahí y videos de seguridad que mostraban a la pareja ingresando al domicilio de Campos Matos. Sin embargo, Anahí no fue vista saliendo del lugar. La investigación reveló que, en los días posteriores al asesinato, el acusado transportó los restos de la víctima en bolsas de residuos, que luego desechó en contenedores cercanos.
Antes de dictar sentencia el tribunal deliberó durante más de tres horas . La decisión unánime reflejó el contexto de violencia de género en el que se produjo el homicidio, tal como lo expusieron los fiscales en sus alegatos finales.
Durante la audiencia, Santiago Campos Matos mantuvo una actitud fría y distante, escuchando los alegatos tanto de los fiscales como de los abogados querellantes y de su propia defensa, que insistió en la absolución por falta de pruebas. No obstante, la evidencia circunstancial fue abrumadora: además del ADN encontrado en la escena del crimen, las cámaras de seguridad demostraron que Anahí nunca abandonó el edificio con vida. Campos Matos, en cambio, fue captado en varias ocasiones saliendo del lugar con bolsas de residuos, en las que se presume ocultó los restos de la docente.
