El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación resolvió autorizar a los familiares de los presos a llevar viandas con alimentos a las unidades penitenciarias a pesar del aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige en nuestro país hasta el 31 de marzo.
La decisión del Gobierno busca evitar más desbordes y protestas en las cárceles, luego del motín ocurrido en dos cárceles de Santa Fe y episodios similares en el penal bonaerense de Florencia Varela.
Según se informó, para poder circular hacia las unidades penitenciarias, los familiares de los detenidos deberán acreditar el vínculo con el interno y tener una autorización expresa del servicio penitenciario que corresponda.
Estallido
La decisión de Alak se conoció pocas horas después de que se registraran protestas de presos que exigían mayores medidas de prevención de la pandemia. En la Alcaidía de la cárcel de Batán, en Mar del Plata, los internos rompieron partes de las instalaciones y arrojaron objetos contundentes contra los guardias de turno. La situación fue controlada con el Grupo de Intervención Especial (GIE) del Servicio Penitenciario Bonaerense.
En la Unidad 54 de Florencio Varela, internos alojados en el Pabellón 2 provocaron disturbios y bloquearon el ingreso. Según informó el SPB, la protesta terminó después de una mediación y del diálogo entre autoridades penitenciarias y los detenidos.
Mientras tanto, en Santa Fe, cuatro presos murieron tras un motín que tuvo lugar en la cárcel de Las Flores y un quinto falleció en el penal de Coronda, todos en reclamo de mayores medidas preventivas contra el coronavirus.
En las dos cárceles hubo graves daños materiales, especialmente en Las Flores, donde hay sectores inutilizados en 70 por ciento por la rotura total del sistema eléctrico.