La fiscal de Cámara María del Rosario Fernández López pidió nueve años de cárcel para el falso médico Ignacio Martín, el joven de 21 años que formó parte del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) durante la pandemia del covid- 19.
Martín está acusado de homicidio simple por dolo eventual, lesiones graves, ejercicio ilegal de la medicina, uso de documentación privada falsa, defraudación calificada reiterada, falsedad ideológica reiterada continuada y defraudación calificada en grado de tentativa.
El falso médico fue descubierto en diciembre del 2020 y en febrero del año siguiente fue detenido en barrio Zumarán. Desde entonces permanece detenido bajo prisión preventiva.
Los alegatos se reanudarán el próximo 4 de septiembre debido a problemas de salud de uno de los integrantes del tribunal. Se espera que el falso médico haga uso de su última palabra antes de conocer el veredicto.
En la acusación, Fernández de López sostuvo que el imputado “ejerció la profesión de médico integrante del COE, rol para cuyo ejercicio no contaba con ningún título habilitante y al que accedió fraudulentamente aprovechándose del error en el que se hallaron sumidos estamentos superiores del estamento administrativo del área municipal, como así también familiares y víctimas de los hechos aquí tratados”.
“Ignacio Martín aceptó su nombramiento como jefe del COT (Centro de Operaciones Tácticas), que sólo podía ser desempeñado por un médico. Por ello puede inferirse que para la realización de su plan, el acusado Martín conocía los términos que afrontaba que consistían en un grave riesgo para el tratamiento de los pacientes con covid o con contactos estrechos sin contar con los conocimientos necesarios”, sostuvo la fiscal de la Cámara del Crimen.
Sobre la muerte de Nicolás Bertol, paciente al que atendió en su domicilio de Río Cuarto, María del Rosario Fernández de López remarcó que se encuentra “con un claro supuesto de dolo eventual se representó el resultado de muerte como posible y aún así ignorándolo continuó con su obrar”.
“Los elementos de prueba tienen la suficiente capacidad para denotar que Martín conocía el grave peligro de su accionar y que accedió a un conjunto de datos que le permitían percatarse del cuadro de salud que presentaba Nicolás Bertol cuya atención le había sido asignada en su carácter de jefe de médico del COT en la errónea creencia que había logrado instalar”, continuó.
La fiscal de Cámara Fernández de López también dijo que “quedó fehacientemente acreditado que el imputado nunca cursó la carrera de medicina ni había culminado sus estudios como técnico superior de emergencias médicas”.Finalmente, destacó que las pruebas recolectadas y presentadas “demuestran el desprecio por el resultado de la desidia con la que actuó a sabiendas de que afrontaba una situación de elevada peligrosidad que permite atribuirle al acusado su accionar a título de dolo eventual”.