martes 24, diciembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Perpetua por matar a la prima, tras estafarla con prácticas esotéricas

SITUACIÓN. El homicida se aprovechó de las creencias esotéricas de la víctima para estafarla.
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Junto a la cónyuge, el homicida inventó a un vidente con el propósito de apoderarse del patrimonio de su pariente. Tras ser descubierto, irrumpió en su casa y la golpeó ferozmente causando su muerte

La Cámara en lo Criminal y Correccional de Villa Dolores, integrado con jurados populares, condenó a Vicente Salvatierra a prisión perpetua como coautor del homicidio de una prima, de 79 años. Como la mujer tenía predilección por el esoterismo, junto con su pareja el imputado creó un personaje ficticio de una vidente y le hicieron depositar grandes sumas de dinero, situación que al ser descubierta por la víctima, llevó a su muerte.
Paralelamente, Salvatierra y su cónyuge, Felisa Castro fueron condenados por de estafa continuada en perjuicio de la víctima.
En el caso, Castro y Salvatierra se confabularon para hacerse del dinero y propiedades de Olga Salvatierra aprovechando la inclinación de ésta por lo esotérico, lo oculto y curanderismo, afición en la que fuertes sumas de dinero, pese a ser una mujer de religión católica, creyente y practicante. Con tal fin, la pareja inventó un personaje ficticio con nombre y apellido que hacía las veces de curandera, bruja, consejera, parapsicóloga, vidente, etc., que supuestamente se domiciliaba en una zona serrana de complicado acceso para Olga, por su avanzada edad.
En un giro de esta maniobra, una noche el imputado y un menor de 17 años irrumpieron con fines furtivos en la propiedad de la víctima y, para lograr su impunidad, le propinaron una feroz golpiza, con intención de darle muerte. Con Olga inconsciente -fallecería con posterioridad-, se apoderaron del celular propiedad de la damnificada y se retiraron.
En instancia tribunalicia, el jurado popular descartó por mayoría la figura de “femicidio”, sostenida por la acusación pública y privada, al no surgir ningún elemento en la causa que permitiera sostener, con certeza, que la conducta estuvo relación con el género de la víctima.

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