“Niño se traga la comida más asquerosa del mundo” y “Papá destruye la videoconsola de su hijo” son algunos de los títulos de los contenidos que el demandado subió a la web. La Justicia del estado de Baltimore tomó nota de la situación recién cuando ésta llegó a los medios
En Baltimore, EEUU, la Justicia le quitó temporalmente la custodia de sus dos hijos a un hombre que los filmaba para hacer “videos graciosos” para su canal de YouTube, llamado DaddyOFive.
El juez que intervino en el caso consideró que los menores estaban siendo sometidos a bromas crueles con la intención de generar contenidos.
“Niño se traga la comida más asquerosa del mundo” y “Papá destruye la videoconsola de su hijo” son algunas de las situaciones a las que Michael Martin expuso a los infantes, para compartir los resultados de sus “bromas” con sus más de 750.000 seguidores.
Además de privarlo de la guarda, el juez le ordenó a Martin eliminar todas las filmaciones de la web.
Ahora, en el canal aparece una disculpa pública del hombre junto a su actual pareja y colaboradora. Según informó el diario The Washington Post, en casi todos los videos los niños terminaban llorando desconsolados, ante las risas de los dos adultos.
En algunos, incluso, se les ordenaba abofetearse entre ellos. También los reprendían por travesuras que no habían cometido, para generar situaciones “divertidas”.
La polémica por el caso se instaló cuando Philip Di Franco, uno de los youtubers más conocidos en Estados Unidos, denunció en abril el comportamiento del matrimonio, aunque la madre de los chicos venía batallado desde octubre del año pasado para que la situación se detuviera.
Fines lucrativos
Di Franco acudió a los medios y aportó una recopilación de filmaciones. Sin emitir juicio sobre si los chicos eran o no maltratados, el denunciante alegó que se estaba ante una situación de “utilización de menores con fines lucrativos” y la Justicia tomó nota. La madre biológica había pedido la custodia de los pequeños cuando descubrió la exposición de sus hijos en Internet, pero el proceso se demoraba porque vive otro estado (Carolina del Norte).
Mientras tanto, dejaba comentarios en todos los vídeos en los que aparecían sus hijos y, con la ayuda de Di Franco, logró rescatarlos.
Además, a partir de los mensajes públicos, varios usuarios se pusieron en contacto con ella e iniciaron una campaña de crowdfunding para que pudiera afrontar la costosa batalla legal.