Dos hombres vinculados al “Clan Loza”, organización narcocriminal que controlaba las rutas de tráfico de cocaína en las provincias del norte de la Argentina, recibieron penas de hasta 9 años de prisión por transportar en una camioneta 389 kilogramos de dicho estupefaciente, secuestrados en 2020 en el partido bonaerense de Ramallo, informaron hoy fuentes judiciales.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Salta, integrado por los jueces Domingo Batule, Gabriela Catalano y Abel Fleming, quienes hallaron a Fabián Pelozo e Ignacio Quintana como coautores del delito de “transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes”.
De acuerdo a lo informado por el sitio institucional www.fiscales.gob.ar, Pelozo recibió una pena de 9 años de cárcel, mientras que Quintana 7.
Ambos fueron sindicados como partícipes de una operación de tráfico desarticulada el 24 de septiembre de 2020 en la ruta 9, a la altura de la localidad de El Paraíso, en el partido bonaerense de Ramallo, en la que se secuestraron 389 kilogramos de cocaína.
Por este hecho, el 7 de abril del año pasado el mismo tribunal condenó a Adelaida “Reina Tití” Castillo, proveedora del Clan Loza, a 13 años de prisión, ya que conducía la camioneta Ford Ranger en la que se trasladaba el estupefaciente desde Salta.
Según el Ministerio Público Fiscal (MPF), Pelozo y Quintana eran los “encargados de la logística, el acopio y la entrega del producto a los distintos compradores e intermediarios, como el caso de Adelaida Castillo, rol que cumplieron con respecto a la droga secuestrada en Ramallo”.
También dieron por acreditado que el transporte de la droga se dio “en el marco de una organización transnacional liderada por Jorge Adalid Granier Ruiz”, quien ingresaba cocaína al país vía aérea y obtenía hasta 300.000 dólares por cargas de 380 a 480 kilogramos.
Ese cargamento, que ingresó proveniente de Bolivia, fue resguardado en una finca de la localidad santafesina de Ibarlucea, lugar al que Quintana guió a “Reina Tití” Castillo.
La mujer había viajado desde Buenos Aires y llegó a una estación de servicio cercana, en donde aguardó la llegada de Quintana en una camioneta Toyota Hilux y posteriormente ambos se dirigieron a un galpón para cargar la cocaína.
La maniobra fue vigilada por efectivos de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), quienes finalmente los interceptaron en Ramallo.
Para el MPF, Pelozo “aportó, cuanto menos, el predio de la localidad de Ibarlucea donde se hizo la entrega de la droga. Este predio estaba relacionado con él a partir de su suegro, que era el administrador de esa finca”.
“No estamos ante dos personas que oficiaron de mulas, que llevaban la droga en su cuerpo, que estaban una situación de vulnerabilidad que les impedía tomar decisiones o restringía su ámbito de libertad a tal punto de haber sido empujados a cometer el delito”, aseguraron el fiscal general Carlos Martín Amad y la fiscal ad hoc Claudia Juane en el juicio oral.
Además, los testigos declararon que “nunca vieron que [los imputados] hayan estado en una relación laboral ni tampoco que hayan realizado actividad comercial que justifique la cantidad de bienes que tenían en su poder”.
“Integraron esta organización criminal con ánimo de lucro y con el motivo principal de enriquecerse y no por la necesidad de resolver cuestiones básicas de subsistencia de ellos y su familia”, concluyeron los fiscales.
El “Clan Loza” fue una estructura criminal dedicada al lavado de activos con ganancias provenientes de la comercialización y el contrabando de drogas desde Argentina hacia España que operó entre 2008 y 2018,
Su líder, Erwin Raúl Loza fue condenado en diciembre de 2021 a 10 años de prisión como “jefe” de una “asociación ilícita”.