La hija de los demandantes nació prematura y -aunque estuvo internada durante un mes- los médicos que la atendían no le realizaron los estudios pertinentes para detectar una retinopatía. Como consecuencia, la niña padece ceguera bilateral irreversible
La Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil ratificó la procedencia de la acción de mala praxis presentada por las padres de una menor que nació prematura y no fue sometida a los estudios pertinentes para detectar una retinopatía durante el mes que estuvo internada, lo cual le ocasionó una ceguera bilateral irreversible.
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