El fallo validó que los progenitores del niño por nacer sufrieron padecimientos espirituales, pese a que el siniestro de tránsito no les causó lesiones ni a ellos ni al no nato El resto del contenido sólo es accesible para usuarios suscriptos al diario. Si estás suscripto, iniciá sesión con tu usuario/e-mail y tu contraseña.
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