Padre debe pagar más porque su ex debió dejar la vivienda familiar

El tribunal ratificó que ambos progenitores deben cumplir con los gastos de manutención y que el cuidado personal de la hija por parte de la madre conlleva un valor económico

La Cámara 2ª de Familia de Córdoba confirmó la resolución que mediante trámite provisional dispuso un aumento de la cuota alimentaria a cargo del progenitor en favor de su hija, al demostrarse las necesidades de la joven y que el incremento obedece a que su madre ocupaba con ella una vivienda de la familia del padre, que tuvo que abandonar, hecho que debe suplirse con una mayor cantidad de dinero.

Los vocales Fabián Faraoni y Graciela Moreno Ugarte indicaron que el agravio central del padre radicaba en la cuantía de la cuota a él impuesta en forma provisoria, para lo cual argumentó que, si bien los alimentos deben cubrir educación, esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia, gastos de enfermedad, etcétera, la doctrina y la jurisprudencia entienden que esa obligación recae sobre ambos, conforme su condición y fortuna; y que el monto impuesto no ha considerado su situación económica.

El fallo sostuvo que una de las fuentes de la obligación alimentaria es la responsabilidad parental y que es prioritario cubrir las necesidades de la adolescente beneficiaria.

El tribunal destacó que la resolución impugnada lucía motivada en que cubre las necesidades y tuvo en cuenta las posibilidades del progenitor.

Necesidades

Así, se consideró que la cuota, fijada en $54.550, no resultaba desproporcionada ni excesiva; máxime si se considera que representa un aporte diario de $1.818,33, para afrontar todas las necesidades de una adolescente de 13 años de edad, quien además se encuentra escolarizada en una institución privada y realiza actividades extraescolares (danza y hockey), en un contexto económico “azotado por el aumento sostenido de precios, producto de la inflación y las constantes crisis de público y notorio conocimiento”.

Además, la cámara indicó que el incremento provisorio de la cuota alimentaria encuentra fundamento en una circunstancia central en la causa, dado que el monto originario fue establecido en la época en que la progenitora habitaba una vivienda perteneciente a la familia paterna, de la que se retiró con sus hijos, que no cuenta en la actualidad con ese beneficio y debe procurarse por su cuenta dicho rubro.

En ese aspecto, el fallo infirió que la vivienda integra la obligación alimentaria derivada de la responsabilidad parental, por lo que, frustrada la prestación en especie, corresponde la adecuación del monto dinerario a los efectos de garantizar la integralidad y suficiencia de la merced.

Por otra parte, el tribunal valoró que, en orden a los recursos económicos del apelante, surgía de sus propias manifestaciones que sus ingresos provienen de la venta de productos de limpieza (modalidad puerta a puerta) y no superan $ 45.000; y que se encuentra inscripto ante la AFIP como monotributista social.

Carencia

La cámara sostuvo que la carencia o insuficiencia de recursos argüida por el apelante no resultaba atendible, en tanto que, en el marco de los deberes a su cargo, le correspondía arbitrar las medidas necesarias a los efectos de garantizar el cumplimiento de la presentación alimentaria por encontrarse comprometido el interés superior de la joven.

A su vez, se consideró que tampoco varía lo resuelto el argumento del recurrente en cuanto a que tiene otro hijo a quien debe prestar alimentos, pues dicho extremo, a más de resultar insuficiente para excusarse de cumplir íntegramente con la obligación alimentaria a favor de su otra hija, tampoco luce acreditado, lo cual, conforme las previsiones del artículo 710 del Código Civil y Comercial, se encontraba a su exclusivo cargo.

Además, los jueces destacaron que la progenitora es quien ha asumido las tareas cotidianas de cuidado, que tienen un valor económico y constituyen un gran aporte a la manutención; es decir que ello debe ser computado a los fines del cumplimiento de la obligación alimentaria que recae sobre ambos progenitores.

Por lo expuesto, en el fallo se resolvió que correspondía rechazar el recurso de apelación articulado y confirmar en todas sus partes el proveído impugnado, con costas.