El juez español Baltasar Garzón, acusado de prevaricación por investigar los crímenes del franquismo y por cohecho en relación con un dinero recibido del Banco Santander, sumó ayer una tercera causa judicial en su contra en el Tribunal Supremo español.
Su Sala en lo Penal imputó al magistrado por los delitos de prevaricación y contra la intimidad, por su actuación en la investigación del “caso Gürtel”, la trama de corrupción que desde hace un año toca al opositor Partido Popular (PP).
La denuncia, presentada por el abogado Ignacio Peláez, representante de uno de los empresarios involucrados en la trama de corrupción, José Luis Ulibarri, sostiene que el juez Garzón autorizó escuchas ilegales de las conversaciones entre algunos imputados que estaban en prisión y sus defensas.
Tras recibir la notificación del Supremo, Garzón dijo que va a seguir "trabajando por la justicia", y afirmó: "No me voy a marchar. Soy absolutamente inocente y lo voy a demostrar", en declaraciones al diario El País, de Madrid.
Ésta es la tercera demanda que el Tribunal Supremo admite contra el juez Garzón, quien adquirió prestigio internacional al pedir la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet.