Ordenan que continúe el proceso y se reprograme la audiencia preliminar

Lo resolvió la Cámara 6° de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba. Se consideró que la incomparecencia de una de las partes fue un hecho imprevisto, motivado por cuestiones de salud. La Fiscal de Cámaras Ana Kuznitscky dictaminó que el excesivo rigor formal no puede ir en detrimento de brindar un efectivo servicio de justicia

La Cámara 6° de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba ordenó que se fije una nueva fecha para la audiencia preliminar que fue suspendida por la incomparecencia de una de las partes.

La resolución fue adoptada en sintonía con lo dictaminado por la fiscal de Cámaras Ana Kuznitscky en una demanda que interpuso un consumidor contra el banco HSBC.

La apelación tuvo lugar luego de que el tribunal de grado resolviera dar por concluido el proceso , tras la ausencia del actor a la audiencia preliminar, cuya inasistencia consideró injustificada.

Al interponer el recurso, el abogado advirtió que la ausencia del actor fue un hecho imprevisto . Relató que éste se descompuso antes del inicio de la audiencia en su estudio jurídico, lo que motivó que fuera atendido por un servicio de emergencia, que expidió un certificado médico que se acercó al tribunal minutos después de la hora programada para la preliminar.

En ese marco, el debate giró en torno a si corresponde aplicar la consecuencia jurídica prevista en el artículo 3 de la Ley 10.555 ante la incomparecencia de las partes -injustificada en criterio del Tribunal de grado- a la audiencia preliminar.

Al respecto, y p ara dictaminar a favor de justificar la ausencia del actor en la audiencia, la fiscal Kusnitsky citó la postura asumida por la Corte Suprema de Justicia en estos casos.

El dictamen remarcó que el Máximo tribunal del país ha planteado que al momento de interpretar las reglas de derecho, “ se evite incurrir en un exceso ritual manifiesto ”.

“... el proceso civil no puede ser conducido en términos estrictamente formales . No se trata ciertamente del cumplimiento de ritos caprichosos, sino del desarrollo de procedimientos destinados al establecimiento de la verdad jurídica objetiva , que es su norte”, planteó oportunamente la Corte.

Sobre el caso puntual el dictamen planteó que la incomparecencia a la audiencia puede ser de fecha anterior al acto o bien, puede tener lugar en el mismo momento (o casi simultáneo) a la audiencia fijada; en el primer supuesto (si es de fecha anterior) la causal, en principio, debería ser acreditada con anterioridad; ahora bien, en el segundo supuesto (si tiene lugar en el mismo momento o casi simultáneo de la audiencia) es razonable admitir que la causal se acredite con posterioridad (con inmediatez temporal que, será analizada en cada caso concreto).

En el caso en análisis, la audiencia preliminar había sido fijada para el día 26/10/2023 a las 09:00 horas; el Tribunal de grado certificó la incomparecencia de las partes a la audiencia preliminar con fecha 26/10/2023 y; el mismo día de la audiencia -26/10/2023- a las 11:04 horas el letrado apoderado de la parte actora solicitó que se fije nueva audiencia, invocando como causal un problema de salud del actor .

Así las cosas, la Fiscalía de Cámaras consideró que el hecho invocado por la parte actora -vinculado con un problema de salud-, contrariamente a lo expuesto por el Tribunal de grado, configuró una causal de entidad suficiente para justificar su incomparecencia a la audiencia preliminar fijada.

Kusnitsky puntualizó que “no puede aplicarse fragmentadamente una regla de derecho contenida de la Ley 10.555 descontextualizada, sin armonizarla con sus principios de simplificación y flexibilización de formas, eficacia, tutela judicial efectiva y debido proceso ” y recordó que “el fin del proceso es la efectividad de los derechos sustanciales; teniendo también en miras prestar el servicio de Justicia de manera más eficiente y fortalecer la confianza del ciudadano en el sistema judicial ”.

Y continuó: “una solución contraria podría configurar un exceso ritual manifiesto, abriendo las puertas a lo que la doctrina denomina la desnaturalización de las formas”.