Multa millonaria a empresa de telefonía móvil por cobrar intereses indebidamente

Durante varios meses recargó moratorios como si el cliente no abonara sus facturas, pese a que el cargo era debitado de una tarjeta de crédito del accionante

Al advertir que la demandada, Telefónica Móviles Argentina SA, se manejaba de manera ilegítima al cobrarle durante varios meses al cliente accionante intereses moratorios que no correspondían, ya que aquél abonaba en tiempo y forma sus facturas por estar adherido al sistema de débito automático a través de una tarjeta de crédito, el Juzgado de 45ª Nominación Civil y Comercial de Córdoba admitió la demanda de José Vásquez y condenó a la empresa a devolver los montos percibidos indebidamente, a pagar daño moral y daño punitivo por $2.500.000, cuantificados de tal manera que la compañía evite en el futuro este tipo de conductas contrarias al trato digno debido al consumidor.

Al analizar cuestión, el juez Héctor Daniel Suárez señaló que la perito contable le solicitó a la demandada la cuenta corriente del cliente y ésta no fue puesta a su disposición, agregando que en esa documentación deberían poder observarse los movimientos que realiza Vásquez y las imputaciones que hace la empresa; en razón de lo expuesto, la especialista informó que no se pudo expedir sobre el particular.

Así, el magistrado valoró que el informe en cuestión aparece debidamente correlacionado con la exposición de la auxiliar de justicia, agregando que la empresa no ofreció pericia de control y no ha impugnado la pericia al incorporársela en autos.

Por otro lado, el tribunal indicó que la demandada no arrimó probanza alguna suficiente que permita desvirtuar lo afirmado por el actor, por lo que se tuvo por acreditado el daño emergente por $30,29 (pesos treinta con veintinueve centavos) y se resolvió que el rubro debe proceder porque no correspondía el cobro de intereses moratorios de las facturas.

Valoración

En cuanto al daño moral, el juez consideró que no pueden omitirse en la valoración del presente rubro los tormentos sufridos por el actor, que van desde los reclamos efectuados telefónicamente al proveedor del servicio de telefonía demandado, las interrupciones injustificadas y la imposibilidad de establecer llamadas a los fines de hacer efectivo el reclamo, condicionándolo a tener que concurrir de manera personal a las oficinas de la accionada; todo ello, sumado a la actitud reticente en restablecer los derechos vulnerados con esas facturaciones indebidas, así como el tiempo que esta situación se mantuvo, desde el año 2010 hasta la interposición de la demanda.

De lo expuesto, el magistrado infirió que todas estas circunstancias demuestran que se está “ante la vulneración de ‘trato digno’, derecho expresamente consagrado en el artículo 42 de la Constitución nacional, y en consecuencia la violación de ello, como acontece en esta causa, genera indefectiblemente la obligación de resarcimiento”.

En cuanto a la indemnización debida por este rubro, Suárez la cuantificó en la suma de $100.000.

Menosprecio

Finalmente, al abordar el resarcimiento por daño punitivo, el juez sostuvo que la demandada mostró un grave menosprecio hacia el usuario/consumidor, no sólo al momento de que se le efectuaran los reclamos administrativos, sino en las mismas actuaciones judiciales, ya que si bien es cierto que se declaró extemporánea la contestación de la demanda, “no es menos cierto y no hay lugar a dudas que de la misma surge oposición a la pretensión incoada en su contra, ya que continuó sin enmendar los perjuicios ocasionados”.

En ese estado de cosas, en el fallo se indicó que la forma de conducirse de la accionada, antes del pleito y en juicio, evidencia una desaprensión por su cliente, una desatención de las obligaciones, en desmedro de la situación de Vásquez, a quien se lo calificó como moroso, cobrándole sumas ilegítimas y a quien no se le dio respuesta y solución alguna.

Inconductas

Por ello, el sentenciante admitió el rubro en cuestión reclamado, imponiendo a la demandada una multa civil de $2.500.000, al considerar que dicha suma resultó acorde con la gravedad del hecho y las condiciones económicas y personales de quien la solicita.

Finalmente, en el decisorio se ponderó que tal fijación puede no revestir la entidad suficiente por las características de la demandada, en especial por la cantidad de clientes que posee, pero se entendió el carácter preventivo y disuasivo de la multa, para de esa manera evitar la reiteración de conductas maliciosas de su parte.