Los postulantes de La Libertad Avanza y de Juntos por el Cambio apuntaron contra el ministro y candidato de Unión por la Patria. Con el eje en la Economía, todos cuestionaron cómo los números de la macro contradicen las posturas de Massa. En tanto, el Gobernador se apoyó en su gestión en Córdoba para hablar de logros e inequidades con los porteños. Bregman, contra el FMI y sus política
Los cinco postulantes a la Casa Rosada protagonizaron anoche el primer debate estipulado por ley con vistas a las elecciones del próximo día 22, en el que el eje económico fue el que mayor voltaje generó y en el que el ministro de Economía y candidato por Unión por la Patria, Sergio Massa, fue el centro de los principales cuestionamientos.
En ese marco, el libertario Javier Milei y la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, intentaron polarizar con Massa. De hecho, son los tres postulantes con posibilidades de alzarse con la victoria en el próximo turno electoral.
El dato es si Milei puede lograr una distancia para ganar en primera vuelta, escenario que parece difícil. En ese contexto, la disputa se centra ahora en quienes serán los dos candidatos que puedan pasar al balotaje.
Aunque resulta subjetivo un análisis sobre ganadores y perdedores, Milei y Massa parecieron aprovechar mejor sus chances que Bullrich, particularmente en el plano económico, tema que se coló también en las preguntas finales que el debate reservó a los postulantes.
Resulta paradójico lo de Massa, quien como ministro duplicó la inflación y aumentó la pobreza. Sin embargo, buscó diferenciarse del Gobierno que integra y se presentó como el que tomó la “brasa caliente” en un momento clave del país. En esa línea, planteó salidas a la crisis, entre ellas un gobierno de unidad nacional, con equilibrio fiscal y reforma tributaria mediante. Al mismo tiempo, propuso la creación de una moneda virtual de circulación nacional.
Las réplicas a Massa fueron obvias. Todos apuntaron a cuestionarle el presente económico y por qué deberían creerle a un funcionario que hoy no logra enderezar las cuentas públicas.
En tanto, Bullrich también buscó cuestionar a Milei pero no fue clara a la hora de esbozar su propuesta económica, situación que quedó en evidencia ante una repregunta del libertario.
Por su parte, Milei se ciñó a reiterar sus propuestas económicas y a cuestionar una vez más a “la casta” dentro de la que también incluyó al grupo de economistas que acompañan a Bullrich, grupo encabezado por Carlos Melconian.
En tanto, la candidata de Juntos por el Cambio le preguntó a Milei si el sindicalista Luis Barrionuevo, quien hoy apoya al libertario, no era parte de la casta que el mismo candidato cuestiona. La respuesta de Milei fue que eran bienvenidos todos aquellos que coincidieran con las posturas de su espacio.
Schiaretti y Bregman
En ese contexto, tanto Juan Schiaretti como Myriam Bregman quedaron relegados de las principales controversias.
Con todo, la candidata de izquierda se las ingenió a la hora de las preguntas para incomodar a Milei y Bullrich e incluso con un tono más confrontativo.
En el aspecto económico, la postulante insistió en cuestionar la injerencia del FMI y las políticas económicas procapitalistas de todos los candidatos presentes.
Por su parte, Schiaretti se mantuvo con un libreto que tuvo a la moderación como eje central y al modelo Córdoba como ejemplo de un potencial Gobierno suyo, con equilibrio fiscal, un dólar desdoblado en una primera instancia y con el respeto a las instituciones como principales propuestas.
El debate económico
Milei inició su alocución con un resumen económico. “La Argentina inició el siglo XX siendo el país más rico del mundo; hoy, estamos de la mitad para abajo. Se explica por el modelo de la casta, que parte de la premisa nefasta de que donde hay una necesidad nace un derecho”, sostuvo. “Proponemos hacer una reforma del Estado, bajar drásticamente el gasto público, reducir impuestos, hacer privatizaciones para sacarnos las nefastas empresas del Estado de encima, abrir la economía y cerrar el Banco Central”, especificó.
Al candidato por la Libertad Avanza le respondió primero Bregman. “No es casta pero hace alianzas con (Luis) Barrionuevo, le arma la lista Sergio Massa y ya se mudó a un barrio privado”. Luego fue el turno de la réplica de Schiaretti, quien dijo que para terminar con la inflación hay que “tener equilibrio fiscal, un Banco Central independiente, ir a un tipo de cambio libre y único”.
Las respuestas a Milei las siguió Massa. Aseguró que el candidato de La Libertad Avanza “plantea la vuelta de las AFJP, la privatización de YPF, que cada hijo de argentinos pague la universidad, y un modelo de dolarización que sólo tienen Zimbabwe, El Salvador y Ecuador”. Milei le respondió: “¿Por qué no me cuenta el desastre fiscal que está haciendo con el ‘plan platita”.
Entonces se planteó el momento más intenso del debate, que fue claramente el económico. Quedó claro que Massa buscó diferenciarse de Milei. Bullrich, en tanto, atacó la idea de cerrar el Banco Central. Planteó que, de hacerlo, la Argentina se convertiría en “un paraíso fiscal”.
Antes de proponer medidas como la de “poner en marcha la moneda digital argentina”, Massa admitió tener claro que “la inflación es un enorme problema y que los errores del Gobierno lastimaron a la gente” y agregó: “Por ellos, aunque no era parte hasta asumir como ministro de Economía, pido disculpas”. También sostuvo que buscará, en caso de ser electo, “subir las penas de la penal, cambiaria y tributaria”.
Como ministro de Economía, Massa fue el blanco elegido en el tema y por eso se mostró autocrítico, aunque deslindó responsabilidades en quienes lo antecedieron en el cargo. Habló de Mauricio Macri y el FMI, e incluso del actual Gobierno, pero antes de que él asumiera en el Ejecutivo. “Viene una etapa nueva: mi gobierno, no este Gobierno”, en un gesto muy claro de diferenciación con Alberto Fernández.
A esa altura del debate, Massa se convirtió en blanco de las réplicas. Bregman le reprochó que “el presupuesto del año que viene ya lo ató al Fondo Monetario Internacional”. Bullrich atacó al ministro e incluyó el escándalo de Martín Insaurralde en el debate, tema al que también apeló Bregman en algunos tramos. “Massa, explicales a los argentinos cómo, siendo el peor ministro de Economía, podés ser un buen presidente. ¿Querés hacer una ley penal? Ahí tenés el primero, a (Martín) Insaurralde, andá a buscarlo”, le cuestionó la candidata de Juntos por el Cambio.
“¿A ustedes les mejoró la vida Massa ministro? Seguramente, no”, señaló Schiaretti. “Qué lindo que suena todo lo que dice, lástima que no lo puede hacer si no baja la inflación”, dijo Milei. El libertario no hizo mayor referencia a la dolarización, que pasó como un tema sin mayor abordaje.
Tanto Milei como Massa buscaron atacar a Bullrich sobre temas económicos. “Señora Bullrich, usted dice que va a bajar la inflación, pero no esbozó ninguna medida para eliminarla”, aseveró Milei. Massa le dijo a Bullrich: “Habla de los jubilados. Me tocó a mí ver la sonrisa de los jubilados cuando tuve que devolverles el 13% que ella recortó”. La candidata de Juntos por el Cambio no fue muy contundente en este tópico.
Educación y derechos humanos
El eje educación siguió al económico, aunque el agotamiento de los pedidos de réplica (contaban con cinco cada uno de los candidatos) hizo que no existieran muchas controversias y el debate se acelerara. Massa destacó que envió un presupuesto que eleva de seis a ocho el porcentaje del PIB destinado a educación. Bullrich le reprochó al kirchnerismo las “escuelas cerradas” y propuso declarar la educación “servicio esencial”. Schiaretti afirmó que quiere replicar el modelo educativo cordobés y destacó la baja deserción escolar en su provincia. Bregman destacó la “lucha” de los docentes y propuso “que los funcionarios políticos cobren como un docente”. Milei se afirmó sobre su propuesta de “implementar el capital humano” y subrayó: “Se acabó la asistencia esclavizante de darles el pescado. Les vamos a enseñar a pescar y, si es posible, a que tengan una empresa de pesca”.
El tercer eje fue el de derechos humanos, y motivó varias controversias. De entrada, Bullrich se defendió por su activismo político en los 70 para neutralizar posibles ataques. “Me tildan de violenta. Pero no lo soy. Yo era parte de una organización juvenil (Montoneros). Y siempre lo dije. Lo digo aquí frente a millones de argentinos. Lo mismo le pasó a otros líderes, como a Mandela y Mujica, que fueron líderes de sus países”, señaló.
Milei fue el más disruptivo en el tema derechos humanos, al decir que no hubo 30.000 desaparecidos. “No son 30.000 los desaparecidos, son 8.753. En los 70 hubo una guerra”, dijo el libertario, lo cual le generó una dura crítica de Bregman.
En el último tramo de las preguntas cruzadas Massa buscó incomodar a Milei por sus críticas al Papa, que merecieron una respuesta algo confusa. “Estás mal informado. Ya había pedido perdón con ello. Dejame hablar y sé respetuoso. Yo dije que si el Papa quería venir a la Argentina, se lo iba a respetar. Dejate de chicanear y dedicate a bajar la inflación y terminar tu gobierno de manera decorosa”, respondió Milei.
Después se produjo un debate en torno del rol de los radicales, a quienes Massa incluyó como posibles actores en su planteo de conformar un gobierno de unidad. Eso partió de una pregunta de Milei que buscó ser insidiosa: “¿Usted está pensando armar un gobierno con Juntos por el Cambio? Lo vi con muchos radiales?”.
A su turno Bullrich incomodó a Milei con sus tratativas con el sindicalista Barrionuevo. “Barrionuevo es casta. Pero vos sos más casta. Haces mucha pompa de que cambiaste. ¿Acaso sos la misma montonera tira bombas? No. Bueno, nosotros vemos un problema enorme en el mercado laboral. Queremos avanzar con el seguro de desempleo, con una economía liberal. Vamos a sumar a quienes quieran ser parte de ese futuro”, se defendió el libertario.