Sesenta militares condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, detenidos en el penal de Punta Peuco, le reclamaron en una carta escrita a mano al futuro gobierno de Sebastián Piñera que les otorgue el arresto domiciliario.
Los penados por crímenes de lesa humanidad le mandaron la misiva al mismo Piñera y a quien será su ministro de Justicia, Hernán Larraín, para reclamar que se les conmute la pena que cumplen.
En el escrito, según detalló el abogado Raúl Meza, los internos sostienen que “la familia militar” le entregó un voto de apoyo a la candidatura de Piñera bajo la “condición fundamental” de que se cumplan las promesas que se hicieron en el programa de Gobierno del electo mandatario.
Para Meza, el reclamo de sus asistidos “es una señal muy potente para el nuevo gobierno”, porque está exigiendo el cumplimiento de una convención internacional de protección a los derechos humanos al adulto mayor que fue suscrita, firmada y publicada durante el gobierno de Michelle Bachelet.
La carta fue elaborada por Miguel Estay Reyno, alias “el Fanta” -condenado por el llamado “caso degollados”, el secuestro y asesinato de tres dirigentes comunistas en 1985- junto al ex director asistente de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) Raúl Iturriaga Neumann y Carlos Herrera Jiménez, penado por el crimen del sindicalista Tucapel Jiménez.
Durante su campaña proselitista, Piñera se comprometió a promover una ley para conmutar la pena a los internos con enfermedades terminales, de modo de que puedan pasar en sus casas sus últimos días.
Convención sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas
Mayores– Hace poco menos de un año, el Senado chileno aprobó el proyecto de acuerdo para la ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, el que fue enviado por la presidenta Michelle Bachelet.
– La Convención Interamericana asegura y garantiza 26 derechos específicos de las personas mayores, como -por ejemplo- el de igualdad y no discriminación por razón de edad, un trato digno en la vejez, el derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia, entre otros.