La Cámara Nacional Civil admitió una demanda por daños y perjuicios interpuesta por el cliente contra los abogados que lo representaron en juicio laboral por despido arbitrario, en el que se quejó de no poder cobrar la indemnización del fallo.
“No se trata de compensar la totalidad de lo que no ha podido cobrar sino (…) una aproximación sobre las probabilidades de éxito (…)”, concluyó el fallo.
El demandante atribuyó a la mala actuación de los profesionales el hecho de no haber podido cobrar la indemnización que le reconoció la sentencia. El reclamo acachó a los profesionales “no haber accionado oportunamente contra las empresas bajo las que se habría enmascarado su empleadora ni a sus titulares y directivos, lo que generó que cuando finalmente se los demandó sobre extensión de responsabilidad solidaria, prosperara la defensa de prescripción”.