El ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, envió un escrito a sus colegas tras las expresiones del presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, que habló de la necesidad de tener un gobierno de “unidad nacional”, en línea con la propuesta que hizo Sergio Massa.
“Debemos respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial”, dijo el magistrado y advirtió que el “‘populismo judicial’, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial”.
“Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, agregó Lorenzetti. También advirtió “a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa”. En sus palabras, “los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad”
Cabe recordar que las afirmaciones de Rosatti se dieron en el marco de un acto en la Universidad de Lomas de Zamora, ante el rector Diego Molea, un referente judicial del massismo, hombre de consulta del candidato presidencial.
“Todos juramos la misma Constitución, la Constitución de 1994, de la que se van a cumplir 30 años el año que viene. Fue a mi juicio el último acto político de unidad nacional que se registró desde el punto de vista institucional en la República Argentina”, expresó Rosatti. “Ojalá la etapa que se inaugura ahora nos marque un camino de unidad y de unión nacional tan importante para poder poner el país en marcha”, completó.
Preocupación en el Poder Judicial
En tanto, Lorenzetti, dijo que la repercusión de las declaraciones de Rosatti “ha sido profundamente negativa”. “Existen mensajes de mucha preocupación tanto desde el interior de esta Corte Suprema, como del resto del Poder Judicial, así como de diversos sectores de la población que han publicado sus opiniones”
“Estamos en un momento difícil, tanto en el país como en el mundo, y los poderes judiciales tienen un rol importantísimo en relación con las personas que sufren sin esperanza, en sociedades divididas. Hay varios ejemplos internacionales de Tribunales que, apartándose de su función, se inclinaron hacia un sector, y se desprestigiaron. La imparcialidad respeto de las diferentes visiones e intereses, es la principal garantía republicana que una Corte Suprema debe sostener. Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, dijo.
Finalmente, destacó que “el Código de Ética Iberoamericano exige imparcialidad, moderación y prohíbe participar en actividades política”. Y afirmó que “por esta razón es que la Corte debe dictar una acordada que lo adopte con la finalidad de prevenir este tipo de conductas, y demostrar ejemplaridad en este aspecto, como una extensión de los deberes que impone la ley 25.188 de ética en la función pública”.