Un joven acusado de robo fue liberado bajo promesa de no eludir la acción de la Justicia, porque su familia no lograba reunir 200 pesos para pagar la fianza.
La sentencia de la Sala Quinta de la Cámara del Crimen porteña benefició al detenido con una caución juratoria, al modificar la caución “real” que había fijado el juez de instrucción Omar Peralta y que, con el devenir del tiempo, transformaba el beneficio en ilusorio por la falta de medios para obtener los 200 pesos.
“Si bien no se cuenta en autos con un informe social que indique las posibilidades económicas del encausado, procede considerar que el lapso transcurrido sin haber efectivizado el depósito correspondiente, evidencia su imposibilidad de satisfacer la referida condición”, dijeron los magistrados Mario Filozof y Rodolfo Pociello Argerich.
Si bien no trascendió la identidad del joven beneficiado con el cambio de caución, se informó que los camaristas le ordenaron al juez que “establezca un régimen de concurrencia periódica ante el tribunal”, para garantizar que no intentará fugarse.
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