La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, afirmó que el Gobierno no evalúa impulsar una ley para penar los discursos de odio.
“Lo que hay que hacer es cumplir con la legislación vigente y poner en debate de qué estamos hablando cuando hablamos de discursos de odio”, indicó en declaraciones radiales, y aseguró: “No hay ningún proyecto que se esté analizando en ese sentido”.
Tras el atentado contra la vicepresidenta, la posibilidad de avanzar con una regulación en el ámbito legislativo fue planteada por Victoria Donda, titular del INADI, en una polémica columna publicada el domingo en Infobae, titulada “La política del gatillo”. Allí opinó que “urge tener una herramienta legal” que sancione ciertas construcciones discursivas y apuntó que “los periodistas y la dirigencia” estimando que no podían “hacerse los inocentes o los sorprendidos” tras el ataque a Fernández de Kirchner.
La oposición exigió la renuncia de Donda al entender que discrimina, entre otras cosas.
En el mismo sentido que la funcionaria, hace horas, Alejandro Grimson, el titular del programa Argentina Futura, que funciona bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete, y quien actúa como asesor de Alberto Fernández, planteó que “la Argentina tiene que avanzar en la limitación de los discursos del odio”. Inclusive en Casa Rosada, el lunes, hubo reuniones en las cuales se pusieron sobre la mesa diferentes alternativas para “discutir en todos los ámbitos” cómo regular ese tipo de expresiones.
La oposición adelantó que no acompañará ninguna propuesta que avance sobre la libertad de expresión y sostuvo que la actual Administración intenta instrumentalizar lo sucedido el pasado jueves para silenciar voces criticas.
El jefe de Gobierno porteño acusó al Gobierno de buscar “una ley mordaza”.
Horacio Rodríguez Larreta manifestó que “con el argumento de que la culpa de todo lo que pasa es del periodismo, la Justicia y la oposición” el oficialismo busca “controlar la libertad de expresión” y adelantó que la oposición no lo va a permitir. A pesar de las declaraciones de Cerruti, un diputado del Frente de Todos afirmó que comenzó a estudiar la forma de implementar una “Ley Micaela contra el odio”.
“Hay que trabajar sobre eso, desde las conciencias, espero que este proyecto lo firmemos oficialistas y opositores”, dijo Eduardo Valdés, cercano a Alberto Fernández.
Cabe recordar que durante la sesión del sábado el jefe del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, mencionó que “el mundo discute los discursos de odio e incluso en algunos países hubo legislaciones concretas”.
Aún sin una propuesta redactada y tras la desmentida de Cerruti, la oposición cerró filas y sumó al presidente del bloque Córdoba Federal en la Cámara Baja, Carlos Gutiérrez.
A través de su cuenta de Twitter, el legislador cordobés señaló que “se pretende avanzar con un proyecto de ley para amordazar a los medios y atentar contra la libertad de expresión con la excusa de acallar discursos del odio”.
Gutiérrez valoro que “en este escenario de grieta exacerbada y de alta sensibilidad” una normativa como la que proponen ciertos referentes del kirchnerismo ubicaría al país “al borde de un Estado totalitario que, entre otras cosas, pondría en riesgo a uno de los pilares de la democracia como es la libertad de prensa”.