ESCUCHARLo admitió el comisario inspector encargado de la investigación del caso Nicolás Sabena. El policía negó maltratos del funcionario judicial contra la madre del joven desaparecido y defendió la instrucción que éste hizo de la causa. Otros testimonios también relativizaron los dichos de la mujer
Varios testigos que pasaron ayer por la segunda audiencia del juicio político que se sigue contra el fiscal de Río Cuarto Walter Guzmán, propuestos por la defensa, sirvieron al funcionario judicial para relativizar los dichos de la denunciante Rosa Sabena, madre de Nicolás, desaparecido y presuntamente asesinado en 2008.
La segunda jornada del juicio político comenzó con un testimonio muy importante, el del comisario inspector Gustavo Della Mea, quien tomó la denuncia de los padres de Nicolás el 21 de setiembre de 2008 y hasta la fecha sigue a cargo de la investigación. El policía negó varias de las afirmaciones que hizo la mujer ante el tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial al inicio del debate. Según dijo, Rosa nunca esperó seis horas en la Central de Policía para que se le tomara la denuncia sobre la desaparición de su hijo y tampoco se comunicaron ellos con el fiscal Guzmán porque, según explicó, esa noche estaba de turno el fiscal Javier Di Santo.
En otro tramo de su declaración, también se encargó de desmentir que el fiscal denunciado hubiera maltratado en algún momento a Rosa.
Hasta ese punto, todos los dichos de Della Mea beneficiaron a Guzmán. No obstante, cuando se le consultó sobre los avisos que se le hicieron de manera telefónica a la familia Vargas Parra antes de los allanamientos y los rastrillajes, el comisario admitió que esta situación había ocurrido. En ese sentido, recordó que fue el comisario Fernando Pereyra quien le dijo que llamó a los Vargas Parra.
Pereyra estuvo a cargo del primer allanamiento al domicilio de los sospechosos -el 22 de septiembre de 2008- y antes los había llamado para informarles que iban a hacer una constatación de las prendas y una inspección de la casa, señaló. Al otro día se hizo un nuevo rastrillaje en el lugar y aunque el testigo no pudo precisar si existieron nuevos llamadas, dijo que “suponía que también se dio aviso a los Vargas Parra”.
Della Mea fue evasivo ante la pregunta del jefe de fiscales, Alejandro Moyano, cuando le pidió su opinión respecto de la posibilidad de avisar telefónicamente a quien luego será allanado. Sin embargo, ante una nueva consulta de un miembro del tribunal, admitió que él nunca hubiera tomado esta decisión porque el fin de un allanamiento es “recolectar pruebas”.
Durante la segunda audiencia también declaró el abogado de los Vargas Parra, Jorge Alberto Valverde, testigo también propuesto por la defensa.
Con su testimonio, el letrado respaldó el desempeño de Guzmán en la causa. Aseguró que fue quien más medidas de prueba produjo a lo largo de la investigación y que nunca tuvo que pedir la nulidad de algún acto procesal, salvo un planteo que realizó porque durante los primeros días de la investigación sus clientes – hoy condenados por la desaparición de Nicolás- eran llamados por teléfono para declarar en lugar de ser notificados por escrito.
Al igual que Della Mea, el abogado de los Vargas Parra señaló que nunca fue testigo de algún tipo de maltrato de Guzmán contra la madre del joven desaparecido. Y aseguró, en contra de Rosa Sabena, que “ante cualquier resultado adverso a sus expectativas, la señora tenía expresiones lapidarias para cualquier funcionario judicial”. En ese sentido, mencionó las acusaciones que Sabena formuló en contra del actual fiscal de Córdoba, Guillermo González, el fiscal Julio Rivero, y los integrantes de la Cámara de Acusación, entre otros.
Contra Medina
Valverde aprovechó la oportunidad para cuestionar el hecho de que nadie haya en el Poder Judicial tomado medidas sobre el fiscal Jorge Medina y el entonces secretario Mariano Pagano por las irregularidades cometidas en la instrucción de la causa Sabena.
“Nunca había visto una trato tan desigual entre las partes de un proceso, que fuera tan llamativo, tan evidente”, dijo el abogado, quien aseguró que la madre de Nicolás “era una empleada más del tribunal, se le había instalado una oficina”, declaró.
Tenía acceso directo al expediente y a la prueba y participaba de todos los procedimientos sin requerir la autorización del juez, explicó.
Maximiliano Giralda, quien se desempeñaba como prosecretario en la fiscalía de Guzmán en 2011 y fue testigo también ofrecido por la defensa, fue otros de los funcionarios que declaró ayer. Muy nervioso, el empleado judicial negó que Guzmán hubiera maltratado a la mujer cuando ella lo buscaba en la Fiscalía. “Nunca vi ni escuché nada raro”, contestó el testigo que fue interrogado por el propio Guzmán.
No comparecieron
El abogado de Rosa Sabena, Félix Nieto, no asistió a la audiencia por prescripción médica. Tampoco compareció el comisario Gustavo Oyarsabal. La fiscalía desestimó el testimonio por éste último por estar imputado en una causa anexa y el Tribunal hizo lugar al planteo del Ministerio Público.
El juicio político continuará hoy con la declaración de los últimos testigos y se espera que mañana comiencen los alegatos. Nuevamente fue citado el fiscal Jorge Medina, testimonio clave porque es el funcionario que fue designado como director de la causa Sabena, tras las denuncias sobre irregularidades que formuló Rosa Sabena ante la Fiscalía General.
