La Oficina Anticorrupción (OA) se presentó como querellante en la causa por enriquecimiento ilícito que lleva adelante el juez Daniel Rafecas en contra de José López, ex secretario de Obras Públicas durante las gestiones de Néstor Kirchner, primero, y de Cristina Fernández de Kirchner, después.
En su presentación, el organismo que conduce Laura Alonso reclamó una medida pericial sobre los teléfonos secuestrados a López hasta, por lo menos, un mes antes del momento en que fue detenido arrojando bolsos al convento Nuestra Señora de Fátima, en General Rodríguez, con al menos nueve millones de dólares, otras divisas, un fusil y objetos de valor.
Concretamente, la OA requirió que se analice el historial de conexiones y redes inalámbricas, con detalle de su ubicación, y que se descargue un detalle del historial de llamadas, tanto de línea como de WhatsApp, además de los mensajes de texto y los chats de WhatsApp y Telegram.
La Justicia ya detectó que un teléfono que está registrado a nombre de López mantuvo 40 llamadas entrantes y salientes 24 horas antes de que el fuera detenido. Dos de esas comunicaciones se realizaron a un teléfono fijo del convento y otras dos al celular de la hermana Alba, una de las monjas que residen allí.
Según un testigo que habló el lunes, el teléfono -que estaba a nombre de López- era usado por su esposa, Amalia Díaz. Se trata del dispositivo que López declaró usar en el marco de la pesquisa en su contra por enriquecimiento ilícito, que comenzó en 2008.
En ese expediente, además de Díaz, está investigada su suegra, Lucila Amalia Corvalán de Díaz, sindicada como la persona de la que se valió el número 2 del ex ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, utilizada para esconder sus bienes.
Las comunicaciones registradas en las últimas 24 horas antes de que López fuera detenido en General Rodríguez (Buenos Aires) permitieron trazar el recorrido del aparato hasta 45 minutos antes de que un patrullero llegara y lo sorprendiera en flagrancia.
El análisis de las llamadas permitió determinar que a las 3.16 del pasado día 14, la madrugada durante la cual López fue demorado, desde el teléfono que supuestamente usaba su mujer salió una llamada a uno de los dos aparatos que el ex funcionario tenía en su poder cuando fue arrestado.
El celular que supuestamente usaba Díaz estuvo muy activo desde el 13 de junio. Algunas de las 40 llamadas las cruzó con su marido.
El fiscal Federico Delgado les pidió a las empresas telefónicas y a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones el registro de todas las llamadas y el juez Rafecas le encomendó a la división Fraudes Bancarios de la Policía Federal que vaya a la bóveda de la casa central del Banco Provincia, en La Plata, y analice las fajas de los billetes secuestrados, su numeración, las marcas de agua y todo otro elemento que pueda ser útil para establecer la procedencia del papel moneda que llevaba el ex funcionario kirchnerista.