El día del abogado, el 29 de agosto, corresponde al día del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, en San Miguel de Tucumán, en el año 1810. Alberdi fue uno de los letrados más prestigiosos de nuestra historia y, tal vez, uno de los primeros ideólogos de un proyecto de país, o sea, del pensamiento nacional como tal.
Por Inecip (*)
Junto a Esteban Echeverría y Juan María Gutiérrez, fundó en 1838 la Asociación de la Joven Generación Argentina, siguiendo el modelo de las asociaciones románticas y revolucionarias de Europa. Este grupo de intelectuales pasará a la historia como la “Generación del 37”.
Fueron intelectuales que adhirieron a las ideas de la democracia liberal y se asumieron como continuadores de la obra de la Revolución de Mayo, propiciando una organización mixta del país como respuesta al enfrentamiento entre unitarios y federales.
Si bien se vincula a Alberdi con los postulados del iluminismo francés, su inclinación al romanticismo lo llevó a cuestionar los excesos de racionalismo en la ilustración, privilegiando los sentimientos y la pasión como motor de las ideas.
Alberdi fue perseguido por Juan Manuel de Rosas, una situación que lo lleva al exilio en Montevideo, adonde cargó entre su equipaje los estatutos de la logia “La joven Argentina”, que se editaría con el nombre de Dogma Socialista.
Alberdi ejerció la profesión de abogado en el exilio, tanto en Montevideo como en Santiago de Chile.
Luego del derrocamiento de Rosas, escribió las conocidas Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina, el tratado de derecho público editado por la imprenta del periódico El Mercurio, de Valparaíso, que sirvió de base a la Constitución de 1853.
En 1872, bajo la profunda impresión que le produjo la derrota paraguaya en el conflicto bélico y sus secuelas en la población del país hermano, escribió El Crimen de la Guerra, en el cual dice: “De la guerra es nacido el gobierno militar que es gobierno de la fuerza sustituida a la Justicia y al derecho como principio de autoridad”.
¿Qué diría hoy Juan Bautista Alberdi, a más de 200 años de la Revolución de Mayo, tantos años después de la Constitución de 1853 y de la Guerra del Paraguay; qué diría de la Argentina de hoy y, fundamentalmente, de nuestro sistema judicial, mirados con el lente del ideario iluminista?
¿Nos aconsejaría sensatamente el abogado Juan Bautista Alberdi que creamos en la ley, cuando ella convive tranquila -y a veces sin inmutarse siquiera- con situaciones de desigualdad, exclusión y pobreza que poco tienen que ver con la igualdad, la libertad y la dignidad de los seres humanos y menos aún con la pretensión de generalidad de la ley?
Han pasado más de 200 años y todavía goza de perfecta salud “la justicia del rey” trasladada por españoles, portugueses y franceses, ratificada a lo largo de las centurias, funcional a los intereses coloniales y a la concentración del poder, justicia que nunca fue pensada para convertirse en una justicia republicana que hiciera cumplir la ley.
Tantos abogados han fabricado y fabrican nuestras universidades y no hemos sido capaces de revertir esa situación.
En el Día del Abogado, a 205 años del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, el ideario del iluminismo y de la generación de intelectuales del 37, ante tanta promesa sin cumplir, sigue siendo una apuesta al futuro.
* Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales