La confirmación de la extradición del magnate colombiano Álex Saab, supuesto testaferro de Nicolás Maduro y principal operador financiero del chavismo, sacudió al régimen venzolano.
Fuerzas policiales detuvieron a los seis directivos de Citgo, filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Estados Unidos. Cinco son estadounidenses. En tanto, Maduro ordenó que se suspenda en diálogo con la oposición en la cuarta ronda de negociaciones, en México DF.
En un comunicado, los emisarios de Maduro explicaron su decisión por lo que definieron como como un ataque “contra la persona y la investidura” de su “delegado Saab”.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, valoró que “las retaliaciones mafiosas de Maduro por la extradición de Saab” incluyeron persecución contra el periodista Roberto Déniz, que descubrió e investigó los negocios corruptos del detenido.
La extradición del principal testaferro del régimen bolivariano a Estados Unidos es considerada un logro por quienes buscan Justicia por la violencia y y el caos que viven los venezolanos.
Saab comparecerá ante un juez federal de Florida para enfrentar siete cargos de lavado de dinero tras el desvío de cientos millones de dólares de fondos públicos.
Si se prueban los hechos y no colabora con la fiscalía, afronta una pena de 30 años de prisión.