La Corte Suprema rechazó el recurso extraordinario que presentó la defensa de Nahir Galarza. Así, la joven deberá cumplir la condena a prisión perpetua por homicidio calificado por el vínculo que se le impuso por matar a su novio, Fernando Pastorino, de dos disparos, usando el arma reglamentaria de su padre.
Galarza recién podría dar por cumplida su pena en 2052, a los 54 años.
El hecho ocurrió en la madrugada del 29 de diciembre de 2017, en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.
Pastorizzo y Galarza, quienes mantenía una relación sentimental desde hacía cuatro años, iban juntos en la moto del joven. Cuando la víctima detuvo el rodado, la penada sacó una pistola calibre 9 mm y le disparó en la espalda. Fernando cayó al piso y la asesina, de frente, lo ultimó con el segundo tiro.
Volvió caminando a su casa y guardó la pistola del padre en su lugar. Mandó mensajes por Whatsapp al celular de Fernando. “¿La podés cortar? ¡Ya te dije que no me vi con nadie!”, escribió.
Apenas apareció el cadáver de Fernando, publicó en Instagram: “5 años juntos, peleados, yendo y viniendo, pero siempre con el mismo amor. Te amo para siempre mi ángel”.
Claras intenciones
“Tuvo claras intenciones de menoscabar la vida de Pastorizzo”, sostuvo en su momento la sentencia del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú, en julio del 2018. Además, indicó que obró con “frialdad calculada”.
Galarza se entregó y admitió su autoría, pero en el juicio oral habló de un disparo accidental cuando Fernando quiso sacarle el arma. En 2022, tras del juicio, acusó a su padre de haberlo matado.
La Cámara de Casación de Concordia reevaluó las pruebas en julio de 2019 y ratificó la condena. La defensa acudió ante el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, que rechazó la queja. Ahora, la Corte Suprema cerró el tema, pese a que la defensa buscó imponer que la chica era víctima de violencia física y psicológica por parte de Fernando y que fue juzgada sin “perspectiva de género.”