El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, deslindó responsabilidades relativas a los poderes Ejecutivo y Judicial, a raíz de polémica desatada por la liberación de presos en la provincia de Buenos Aires. En conferencia de prensa, aseguró que “quién va a la cárcel, quién tiene una prisión domiciliaria es una decisión del Poder Judicial y no del Poder Ejecutivo”, y denunció que “hay una campaña con un objetivo que es dañar al Gobierno y tratar de generar miedo”.
Así lo afirmó al anunciar, en La Plata, junto a los ministros bonaerenses Sergio Berni (Seguridad) y Julio Alak (Justicia), un plan de infraestructura de ampliación de la capacidad penitenciaria, con la incorporación de 1.350 nuevas plazas en los próximos meses.
Kicillof dijo hoy que su gobierno “no sólo no promueve sino que no está de acuerdo” con las prisiones domiciliarias a detenidos por delitos graves y afirmó que espera que “estas situaciones se reviertan”, en alusión a algunas medidas judiciales.
“Eso tiene que ocurrir por decisión del Poder Judicial. Tengo fe en que la Suprema Corte de Justicia con buen criterio ponga orden y claridad en estas situaciones. Yo no lo puedo hacer”, dijo el mandatario provincial.