ESCUCHAR“No caben dudas de que José Alperovich cuenta con sobrados medios para eludir el resultado del proceso, lo que torna las derivaciones del juez de mérito respecto del riesgo de fuga por demás razonables”.
Bajo esa premisa, la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó la detención del ex gobernador de Tucumán, quien el mes pasado fue condenado a 16 años de prisión por nueve delitos sexuales en perjuicio de su sobrina lejana y ex secretaria privada, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad.
Los jueces Daniel Morín, Jorge Rimondi y Mauro Divito rechazaron el pedido de excarcelación que presentó la defensa del también ex senador.
Consideraron que el penado tiene los medios económicos y los contactos para fugarse o esconderse en caso de recuperar la libertad. También valoraron que el tiempo que lleva detenido no es desproporcionado y que en la cárcel federal de Ezeiza, donde está alojado, recibe la atención médica que requiere.
Tras condenar al dirigente peronista, el juez Juan Ramos Padilla ordenó su detención y fue trasladado a Ezeiza. Primero fue alojado en el hospital de la unidad y luego pasó al pabellón de ofensores sexuales.
Al día siguiente del fallo, la defensa pidió su libertad o cualquier otra medida, como la prisión domiciliaria o el uso de una tobillera electrónica.
Ramos Padilla la rechazó y el abogado de Alperovich, Augusto Garrido, apeló. Planteó que su asistido tiene arraigo y siempre estuvo a derecho en la causa. También alegó que tiene 69 años y problemas de salud. “No cuenta con una red de contactos políticos. Si algo resultó del juicio fue, precisamente, que toda la política tucumana le dio la espalda”, sostuvo.
Pena
La Casación Nacional rechazó los argumentos y confirmó la detención al entender que la condena a 16 años de prisión “per se importa un incremento significativo del riesgo de fuga como correlato de la pérdida de expectativas en una decisión favorable”.
Tal como expusieron los letrados Carolina Cymerman y Pablo Rovatti, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación, citó su estrecho vínculo con funcionarios de alto rango de la policía de la provincia de Tucumán.
Además, el tribunal consideró que Alperovich participa de varias empresas (entre ellas, concesionaria de automóviles, explotación agropecuaria y una constructora); que presidió un canal de televisión y algunos clubes y asociaciones que vive en una amplia casa con piscina y ascensor y está afiliado al plan de salud más caro de la principal empresa de medicina prepaga (OSDE 510). “De estos datos puede deducirse, razonablemente, que tiene facilidades para abandonar el país o permanecer oculto”, concluyó.
