La ex presidente Cristina Fernández dejó un escrito ante el juez Casanello. Reiteró que es víctima de una persecusión política. En el marco de la causa de los cuadernos, detuvieron al empresario Oscar Thomas
La ex presidenta Cristina Fernández volvió a presentarse ayer en los tribunales de Comodoro Py, en el marco de la causa conocida como la Ruta del Dinero K.
Como lo ha venido haciendo en las últimas oportunidades, la ex mandataria presentó un escrito, esta vez ante el juez Sebastián Casanello, en el que volvió a denunciar que sufre “una persecución” política ya que no hay motivos para que sea vinculada en la causa que lo tiene detenido al empresario Lázaro Báez por presuntamente haber blanqueado 60 millones de dólares entre 2010 y 2013.
“Podrán seguir vigilando mis movimientos y los de mi familia, escuchar de manera clandestina mis conversaciones telefónicas o excavar toda la patagonia argentina o donde mejor se les ocurra, que nunca van a encontrar nada con lo que involucrarme, porque jamás me apoderé de dinero ilícito alguno”, señaló la actual senadora en su escrito.
Respecto de la acusación de Casanello remarcó: “Debo señalar que jamás tuve cuentas bancarias no declaradas, ya sea sola, con Lázaro Báez o con cualquier otra persona. Todos los activos de nuestra familia están y seguirán estando en la República Argentina y siempre fueron incorporados a nuestras declaraciones juradas impositivas, así como también a las que presentamos en nuestro carácter de funcionarios públicos. Además, por toda nuestra actividad siempre hemos pagado puntualmente los impuestos correspondientes”.
“La manera transparente en que hemos administrado nuestro patrimonio les permitió a los ‘no jueces’ que se han lanzado en nuestra contra a embargar nuestros bienes, bloquear las cuentas bancarias, intervenir las empresas familiares y designar al frente de éstas auxiliares que no hicieron otra cosa que ocasionarnos perjuicios. Es más, se llegó hasta el absurdo de embargar mi jubilación y bloquear mis tarjetas de crédito e impedirme, siquiera, tener una tarjeta de débito”, afirmó. Según afirmó, todo ello tenía el objetivo “ahogarlo financieramente” y luego “seguir sus movimientos” (tal como lo hacen los servicios de espionaje gubernamentales). “(Ello) para ver si termino yendo a alguna bóveda en la que guardaría los millones de dólares que un grupo de arrepentidos que ahora se han cartelizado dicen haber pagado”, sostuvo.
La mandataria estuvo poco más de una hora en Comodoro Py y se retiró a las 11:41 de los tribunales ubicados en el barrio porteño de Retiro. Ayer fue la primera vez que Cristina debió responder ante la Justicia en una causa, cuyo principal acusado es Báez. Esta instancia ocurre a raíz de una orden dictada por la Cámara Federal porteña que planteó el 31 de agosto, que no se podía excluir de la maniobra a la ex Presidenta por sus lazos comerciales con Báez y por el delito precedente que originó esos fondos que finalizaron en operaciones de blanqueo: la defraudación en la obra pública.
Detenido
Oscar Thomas, ex director del ente que administra la represa binacional de Yacyretá, y que se mantenía como el único fugitivo de la causa de los cuadernos de la corrupción fue detenido ayer en un departamento en el barrio porteño de Recoleta.
La captura se produjo tras un llamado al 134, la línea que habilitó el Ministerio de Seguridad para brindar datos sobre la corrupción. La pista llevó al Comando Unificado de Recaptura de Evadidos (CUFRE) hasta un edificio de Uriburu 1044, Recoleta, donde se procedió a la detención del ex funcionario kirchnerista.
Su abogado, José Manuel Ubeira, había dicho en reiteradas oportunidades que el empresario no se iba a entregar y que iba a resistir hasta llegar a la Corte Suprema.
Antes de detener al ex funcionario, se realizaron allanamientos en Misiones, su ciudad natal, y en Uruguay. El juez federal Claudio Bonadío había emitido una alerta roja de Interpol para la captura internacional del empresario.