Un joven que dañó la obra Busto de una mujer, de Pablo Picasso, en la Tate Modern de Londres, durante una perfomance fue condenado a 18 meses de prisión, un tiempo similar al que insumirá la reparación del cuadro, valuado en 22 millones de euros y fechado en 1944.
A fines de 2019, Shakeel Massey, de 20 años, a fines de 2019, después de pasar varios minutos mirando la pintura, rompió el vidrio protector y rasgó la mitad.
Fue detenido en el acto. Levaba una nota escrita a mano en la cual adelantaba que sería condenado y enviado a la cárcel.
Massey, quien en un principio sostuvo que obró de esa manera en el marco de una actividad artística, aceptó el cargo en su contra.
El magistrado Jeremy Donne concluyó que “actuó en busca de notoriedad y cinco minutos de fama”.