Indemnizan a un trabajador por una cicatriz causada en un accidente en tránsito

Si bien la ART demandada argumentaba que la comisión médica que atendió al accionante no había detectado la afección, el tribunal concluyó que el peritaje realizado a tal fin por el experto oficial corroboró la secuela

Al no estar negado por la demandada Prevención ART SA que el trabajador sufrió un desmayo en la calle mientras se dirigía a su puesto de trabajo, hecho que le causó una herida cortante en su rostro, la Sala 2ª de la Cámara de Trabajo de Córdoba efectuó un análisis integral del decreto 659/96 (que aprobó la Tabla de Evaluación de Incapacidades Laborales), concluyendo que procedía la secuela estética por cicatriz en nariz, verificada por el perito médico oficial, y condenó a la aseguradora al pago de la indemnización por la incapacidad establecida.

Sin embargo, el fallo rechazó el incremento indemnizatorio del artículo 3 de la ley 26773 (Régimen de ordenamiento de la reparación de los daños derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) ya que el accidente no ocurrió en el lugar de trabajo.

En la causa, el trabajador inició formal demanda laboral en contra de la aseguradora de riesgos del trabajo contratada por su empleador, para quien prestó tareas como repositor. Señaló que el 19 de agosto de 2016, cerca de las 20.40, sufrió un accidente in itinere al sufrir un desmayo y caer inconsciente en la calle. Añadió que, a raíz de ello, fue auxiliado y trasladado al Hospital Municipal de Urgencias, donde recibió las primeras atenciones y curaciones médicas, y se le verificó un fuerte golpe y contusiones varias en su nariz, rostro, cuello, ojo izquierdo y cintura, por lo que se le hicieron los estudios de rigor y se lo derivó a su ART.

La demandada reconoció el siniestro como contingencia laboral y, en consecuencia, le brindó las prestaciones médicas y en especie hasta el día del alta médica. No obstante, el trabajador sostuvo que seguía con dolores y malestares y que su médico especialista en medicina del trabajo le diagnosticó -entre otras dolencias- secuela estética en región nasal.

En sede judicial la aseguradora demandada solicitó el rechazo total con costas. Opuso defensa de falta de acción y afirmó que la comisión médica concluyó que no se constataron secuelas del accidente denunciado.

La Sala, integrada por el vocal Cristian Requena, indicó que en la causa se persigue la demostración de que, contrariamente a lo sostenido por la demandada, el accidente de trabajo de trayecto acaecido sí ha dejado incapacidad en el trabajador.

Reconocimiento

Así las cosas, el tribunal consideró que este reconocimiento surge de la propia forma en que se contesta la demanda, así como por el hecho de que el actor efectuó la denuncia del accidente de trabajo y ésta no le fue cuestionada por la demandada. Además, luego la ART le extendió el alta médica, agregando que la comisión médica así lo determinó, encontrándose firme en tal aspecto.

Por consiguiente, el juez sostuvo que, encontrándose reconocido el acaecimiento del accidente de trabajo, al cual la accionada le dio el tratamiento de tal, lo que se debe verificar es si le asiste razón al trabajador respecto de que por su gravedad le ha dejado secuelas incapacitantes.

Luego, el magistrado valoró que el perito oficial declaró, en orden a la afección detectada, que el demandante presentaba cicatriz de herida contusa de bordes irregulares en región nasal, de tres centímetros de extensión y que la calificó médico legalmente como producto de accidente in itinere, e indicó que tal afección le ocasionaba una incapacidad del orden de 3,06% de la total obrera -incluidos los factores de ponderación-, y es de tipo parcial, permanente, y definitivo, teniendo en cuenta el Baremo de Evaluación de Incapacidades Laborales, decreto 659/96.

Asimismo, se evaluó que la parte actora solicitó que se adicionara la indemnización adicional de pago único que prescribe el artículo 3 de la ley 26773 sobre dicho monto (20%).

Procedencia

Al respecto,el tribunal consideró que no resulta procedente lo solicitado, por cuanto adhirió a lo determinado recientemente por la Corte Suprema en “Páez Alfonzo, Matilde y otro vs. Asociart ART SA y otros - Indemnización por fallecimiento”, sentencia del 27/09/18, en la cual, al expedirse sobre la intelección que debe dársele a dicha norma, expresa: “(…) 6.°) Que el artículo en cuestión establece que corresponde el adicional de pago único ‘cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra el dependiente mientras se encuentre a disposición del empleador”, con intereses y costas.

Finalmente, Requena sostuvo que a la suma que surge de los conceptos que prosperan y que cuantificados ascienden a $ 74.954,44, corresponde aplicarle, en concepto de intereses, la tasa pasiva promedio mensual que publica el Banco Central -resolución “A” Nº 14920- con más un 2% nominal mensual, desde que son debidos y hasta su efectivo pago, conforme el criterio interpretativo adoptado por el Tribunal Superior de Justicia en autos “Hernández Juan Carlos c/ Matricería Austral SA”, lo que cuantificado asciende a la suma de $ 228.270,67.