ESCUCHARLa fiscal Jorgelina Gútiez acusó al oficial Lucas Chávez de homicidio agravado, pero quedó en libertad. El otro uniformado no fue imputado. Padres, familiares y amigos realizaron una marcha en reclamo del esclarecimiento del caso.
El policía Lucas Chávez fue imputado ayer por homicidio agravado por la utilización de arma de fuego y lesiones leves agravadas, en el marco de la investigación por la muerte del joven Alberto Fernando Pellico, conocido como “Were”, quien el sábado a la madrugada fue baleado en la nuca en la zona de Los Boulevares.
Por el momento, la resolución de la fiscalía de Distrito 4, Turno 6, a cargo de Jorgelina Gútiez, dejó fuera al otro policía que participó del operativo, de apellido Leyva, quien en un principio había estado bajo sospecha.
Pese a la imputación, el policía Chávez quedó en libertad, ya que se lo imputó a tenor del artículo 306 in fine, que presupone una “sospecha leve”.
Mientras tanto, la Fiscalía espera el informe de autopsia que permitirá develar cómo fue la muerte de Pellico y si éste también habría disparado -es decir, si fue un tiroteo-, algo que hoy está en discusión.
El caso
Mientras la versión policial asegura que el joven iba junto a un amigo, Maximiliano Peralta, en moto el sábado a la madrugada y escaparon de un control policial, por lo que se produjo una persecusión “con intercambio de disparos”, la familia del joven muerto aclaró que el muchacho no iba armado y que fue asesinado en el marco de un caso de “gatillo fácil”.
Pellico recibió un impacto en la nuca que le causó la muerte, mientras que su primo resultó herido de un balazo en una pierna y fue imputado de resistencia a la autoridad.
“Estaban comiendo un asado. Fueron al barrio a comprar gaseosa. A la vuelta, estos señores, con la luz apagada, sin dar la voz de alto, comenzaron a seguir a los chicos. Al bajar les dispararon. El primer impacto le pegó a mi hijo en las piernas. Cuando él cae, un segundo balazo le pega a Pellico”, aseguró la madre de Peralta.
Marcha y apoyos
En la tarde de ayer se movilizaron los familiares y amigos de Alberto Fernando Pellico. En declaraciones a la prensa, su madre aseguró que los policías se fueron del lugar sin atender a sus víctimas. La mujer también refirió una versión dada a conocer el fin de semana.
“Fueron a un taller donde estaba un conocido de él, comiendo un asado, a quien le pidieron un arma. Dijo que había boleteado un pendejo, que necesitaba un arma”, añadió. Sobre el lugar de los hechos, aseveró: “Cortadero es una cacería de chicos”.
En similar sintonía, el abuelo de “Were” aseguró que semanas atrás Leyva había ultimado a otro joven por la espalda.
Luego de conocerse la noticia, la Secretaría de Extensión Universitaria exigió el inmediato esclarecimiento del hecho, que se suma a otros cuatro casos similares de “gatillo fácil” ocurridos en 2014. A su vez, recordaron en un comunicado que “Fernando Pellico formaba parte de un proyecto de Radio Abierta en barrio Los Cortaderos apoyado por nuestra Secretaría”.
