La Justicia de toda Latinoamérica vive hoy un momento histórico que nace del Poder Judicial de Córdoba, que ha decidido incorporar la última tecnología al proceso de subasta de los bienes del deudor.
Los conceptos y metodologías ancestrales lamentablemente no dieron los resultados esperados, ya que la subasta judicial tradicional solo sirvió para someter al deudor a una más gravosa situación económica, que ya era angustiante porque no había podido cancelar la obligación asumida que originó la demanda, porque se lo despojó de sus bienes, que tampoco sirvieron –en la mayoría de los casos- para cubrir lo adeudado, sus intereses y gastos judiciales, derivando en que los perdía y continuaba con la deuda.
El Tribunal Superior de Justicia aprobó en los Acuerdos Reglamentarios 121 y 122 toda la metodología de la subasta judicial electrónica, otorgando al Tribunal interviniente todas las facultades para fijar los extremos de la subasta en función de las particularidades de los bienes y del juicio específico y recomendando desde un decreto modelo hasta pautas de publicidad y duración máxima del proceso entre que se incautan los bienes y se entregan al mejor postor, que no debe exceder tres meses, para que los gastos del depósito no se transformen en la principal deuda.
Las partes podrán seguir y controlar todo el proceso de subasta, su difusión, consultas y respuestas del Martillero, posturas iniciales y la del ganador. Lo que les brindará la posibilidad de intervenir positivamente en su difusión, por ejemplo replicándola a través de las redes sociales.
Los costos asociados a la subasta se reducirán sustancialmente, desde la publicación en el Boletín Oficial hasta la contratación de espacios publicitarios en diarios locales. Es por todos conocidos la eficiencia, analizando la relación costo-alcance-beneficio, que tiene la promoción a través de medios electrónicos.
El martillero, si desempeña profesionalmente su labor, incrementará significativamente sus comisiones, además de poder llevar un control, registro y gestión de las subastas en que interviene sin costo alguno.
La transparencia, la masividad, los variados medios de pago y demás características del sistema tienen necesariamente que alcanzar el cometido de la subasta, siempre que todos los actores involucrados adopten esta metodología y la exploten al máximo como herramienta que es.
Latinoamérica debe estar expectante de la implementación de la subasta judicial electrónica en Córdoba, para luego adoptarla en cada uno de sus poderes judiciales.
* Abogado especializado en nuevas tecnologías / [email protected]
(Ver también: Martilleros califica de “atropello” comienzo de subastas on line)