Una familia colombiana demandó al Hard Rock Stadium y a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) por los incidentes del pasado domingo 14 de julio, durante la final de la Copa América 2024, y pidió una compensación de 50.000 dólares.
Según el reclamo que presentó su abogado ante el Tribunal del Undécimo Circuito Judicial de Florida, sus asistidos pagaron más de 1.000 dólares por cada boleto (cuatro), con antelación, pero no los pudieron usar.
El letrado presentó los comprobantes de los pagos realizados por Jacqueline Martínez, su patrocinada, a Ticketmaster, la empresa encargada de la boletería del Hard Rock Stadium, y argumentó que los organizadores del evento mostraron negligencia al no poder controlar a la multitud.
La acción está respaldada por la Ley de Prácticas Comerciales Desleales y Engañosas de Florida.
La política de Ticketmaster establece que solo los organizadores de eventos pueden decidir sobre reembolsos y, por lo pronto, los representantes del estadio indicaron que colaborarán con la Conmebol para resolver las inquietudes individuales de los afectados.
Los propietarios del Hard Rock Stadium se defendieron de las críticas de la Conmebol argumentando que siguieron las recomendaciones de seguridad establecidas. Por su parte, la Conmebol le atribuyó la responsabilidad por el caos antes de la final entre Argentina y Colombia a las autoridades de seguridad del estadio y afirmó que no siguieron los protocolos recomendados.