La medida se dictó por trata laboral, privación ilegítima de la libertad y ejercicio ilegal de la medicina, entre otros delitos. El procesado ejercía distintos modos de coerción para que los jóvenes trabajaran en sus emprendimientos y retenía la mayor parte de sus ganancias
En Mar del Plata, el juez federal Santiago Inchausti procesó a un pastor evangélico por trata de personas con fines de explotación laboral agravada por ser el imputado ministro o autoridad de culto (nueve hechos); privación ilegítima de la libertad cometida mediante amenazas (un caso) y con fines religiosos (siete supuestos) y ejercicio ilegal de la medicina, entre otros delitos.
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