Manejaba una camioneta desde la localidad de Aguas Blancas hacia Orán y tuvo que detenerse en un puesto de control de Gendarmería Nacional. Los uniformados descubrieron la droga en el lugar reservado para la rueda de auxilio
El martes, Diego Vega Ibarra, quien hasta hace un mes era el cónsul de Bolivia en Orán (Salta) quedó arrestado por transportar más de ocho kilos de cocaína en su camioneta.
Manejaba su camioneta desde la localidad de Aguas Blancas hacia Orán y tuvo que detenerse en un puesto de control de Gendarmería Nacional.
Cuando los uniformados pidieron ver el baúl, descubrieron la droga en el lugar reservado para la rueda de auxilio.
La causa quedó a cargo del fiscal federal José Luis Bruno. Colabora también el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias.
Como los fueros consulares son distintos a los diplomáticos, pudo ser demorado.
Ahora, los fiscales federales de Orán, José Bruno, y de Tartagal, Marcos Romero, formalizaron la acusación en contra del ex funcionario y de un cómplice (Wilson Bernardo Cordero Flores, un comerciante que viajaba como acompañante), por la presunta comisión del delito de transporte de estupefacientes.
También solicitaron la prisión preventiva de los encausados durante la investigación, cuya duración estimaron en 20 días.
El juez Federal de Garantías de Tartagal, Carlos Martínez Furgoni, se inclinó por la posición del Ministerio Público Fiscal (MPF) y resolvió en ese sentido.
En la audiencia de rigor, Bruno precisó que algunos de los paquetes secuestrados llevaban impresa la figura de un delfín, sello distintivo de varias organizaciones narco que operan en la frontera con Bolivia.
Flagrancia
El agente consideró que se trata de un hecho grave, dado el avalúo de la droga, su procedencia y otras connotaciones del caso, respecto del que solicitó se mantenga bajo el proceso de flagrancia.
Por su parte, al solicitar el encarcelamiento cautelar de los encartados, el fiscal Romero citó el peligro de fuga y el entorpecimiento procesal que podrían provocar en libertad.
En ese sentido, destacó que Vega Ibarra, en un momento del procedimiento, intentó utilizar su estado diplomático ya vencido para procurarse impunidad.
En representación de Vega Ibarra, la defensa oficial, a cargo de María Loutayf, se opuso al proceso de flagrancia. Lo propio hizo la abogada particular de Cordero Flores, quien también reclamó el rito ordinario.
Al declarar, Vega Ibarra aseguró desconocer el origen de la droga y sostuvo que fue una sorpresa ver los paquetes en el baúl de su auto, a la vez que señaló que horas antes realizó varias diligencias con el rodado; entre ellas, dejarlo en un lavadero y en un taller mecánico.
A partir de estos dichos, su defensora insistió con el pase del caso al proceso común; sin embargo, al correrse vista a la fiscalía, los representantes del MPF rebatieron los argumentos al resaltar que el delito fue en flagrancia y que sólo resta concretar medidas probatorias.
El magistrado Martínez Furgoni se inclinó por la posición de la fiscalía.