Un ex agente de la policía que terminó con un cuadro de adicción luego de infiltrarse en el ambiente de la compra y venta de estupefacientes le ganó un juicio al Estado jujeño, pues éste debió “extremar las medidas de seguridad en procura de mantener indemne al trabajador”.
La Sala Laboral del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, integrada por los jueces María Silvia Bernal, Federico Francisco Otaola y Clara Aurora De Langhe de Falcone, revocó la sentencia de grado y le dio la razón al demandante.
Los magistrados señalaron que la empleadora estaba obligada a garantizar el deber de seguridad, que comprende el conjunto de medidas a fin de evitar que el trabajador sufra daños en su persona o en sus bienes o se afecte su dignidad.
“En cumplimiento de este deber es que deben adoptarse todas las medidas, que según el tipo de trabajo o función, la experiencia, el riesgo, etcétera, sean necesarias para tutelar la indemnidad e integridad psicofísica de sus dependientes”, expresó el fallo.
“El riesgo que implica mandar a un agente novato a inmiscuirse en el ambiente de la venta de estupefacientes y a convivir con vendedores y consumidores de éstas imponían a la demandada extremar las medidas de seguridad en procura de mantener indemne al trabajador, y no se advierte que en el caso esas medidas hayan sido brindadas ni en lo más mínimo, ya que no observo que se le realizaran -cuanto menos análisis clínicos para detectar el consumo de drogas-, y tampoco que se haya evaluado su condición psicofísica en alguna oportunidad”, definió la sentencia.