La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) informó que se registraron 30 muertes en contexto de encierro en establecimientos del Servicio Penitenciario Federal (SPF) durante el año 2023. El dato es parte del informe anual Muertes en cárceles federales, producido por la fiscalía especializada a cargo del fiscal general Alberto Adrián María Gentili.
De acuerdo con el relevamiento, durante el año pasado se registró la cifra más baja de los últimos 10 años y hubo una considerable baja respecto de 2022. En efecto, el documento refiere que el registro de muertes intramuros en la última década evolucionó de la siguiente manera: en 2013, 45 muertos; en 2014, 51; en 2015, 40; en 2016, 36; en 2017 y en 2018, 41 en cada año; en 2019, 50; en 2020, 58; en 2021, 43, y en 2022, 42.
El informe clasifica a las personas fallecidas, todas varones, según la situación procesal y señala que en su mayor parte cumplían condena firme: 73% (22) pertenecían al grupo de personas con condenas y 27 % (8) se encontraban con prisión preventiva. Puntualiza además que, del total de personas fallecidas, 9 llevaban menos de un año detenidas (31%). Una cifra similar se verifica entre las personas con más de 5 años en prisión (8 casos).
La PROCUVIN precisa que las muertes ocurrieron en 12 cárceles federales en el período analizado. En el Complejo Penitenciario Federal (CPF) I de Ezeiza se registró la mayor cantidad, con ocho fallecimientos. Le siguen el CPF II de Marcos Paz, con 5; el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (en Devoto), con 4, y la Unidad N° 7 de Resistencia, con 3 casos. Añade que seis de cada 10 muertes ocurrieron en establecimientos ubicados en el área metropolitana de Buenos Aires.
En relación a la tipología de muerte, el documento refiere que 20 fueron no traumáticas y las restantes 10, traumáticas. Respecto de esta última se mantuvo la misma cantidad de casos que en 2022, mientras que se registró un descenso de fallecimientos como consecuencia de enfermedades respecto del mismo periodo (13 casos menos).
Por otro lado, el informe indica que dentro del conjunto de fallecimientos traumáticos se registró un elevado número de muertes por heridas corto punzantes y una baja en los ahorcamientos. Los fallecimientos como consecuencias de heridas encabezan el conjunto de fallecimientos traumáticos con la cifra más alta de los últimos años: se duplicaron de 2021 a 2023, con la siguiente evolución histórica: en 2021, 3; en 2022, 4, y en 2023, 6. En tanto, los casos de ahorcamiento evolucionaron de la siguiente manera: en 2021, 2; en 2022, 5, y en 2023, 1.
Según el reporte, el promedio de edad de edad de las personas fallecidas es 42 años: 13 de los 30 fallecidos tenían menos de 40 años (44%). La media de edad de las personas muertas en forma no traumática fue de 47 años, mientras que en los casos traumáticos fue de 31 años de edad.