El fiscal de la Cámara Sexta, Marcelo Altamirano, interpuso ayer un recurso de Casación para que sea el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) el que revise la sentencia del camarista, Julio Guerrero Marín, quien condenó a 3 años en suspenso al transportista escolar Alfredo Pezoa.
“Necesariamente debe comprender el condenado que infringió la ley, y aprender a respetarla y resocializarse, para lo cual -insisto- debe tener un tratamiento penitenciario, acompañado por un tratamiento psicológico que enerve las patologías detectadas en el dictamen analizado”, escribió Altamirano en su apelación.
Además, el fiscal remarca que “la pericia psiquiátrica dice que (Pezoa) comprende y dirige la criminalidad de los actos” y que presenta un “estado de ánimo normal, eutímico, no presenta signos de ansiedad ni angustia, ni presenta compromiso afectivo emocional con relación al hecho que se le imputa”.