Sin la presencia de la oposición, el Senado aprobó y giró a la Cámara de Diputados un proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo que ratifica el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo.
La iniciativa recibió 42 votos afirmativos, del bloque oficialista, dado que Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal no participaron de la votación por tratarse de un tema que, según expusieron, es ajeno a la pandemia del Covid-19.
El documento, adoptado el 21 de junio de 2019, busca prevenir y erradicar la violencia laboral y reconoce el impacto especial de este flagelo sobre las mujeres.
El convenio considera la violencia y el acoso en el mundo del trabajo como una “violación o abuso de los derechos humanos” incompatible con la igualdad y el concepto de trabajo decente.
Asimismo, reconoce la incidencia negativa de la violencia laboral en la calidad de los servicios públicos y privados, a la vez que la considera incompatible con la promoción de empresas sostenibles, dado que afecta no sólo las relaciones de trabajo sino también la reputación de las empresas y la productividad.
Se define como “violencia y acoso” en el mundo del trabajo “un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.