El joven presentó su pedido hace un año y medio y la Justicia lo respaldó. También suprimirá su segundo nombre, Erich, en homenaje a su abuelo. A su turno, el actor manifestó que sentía que llevaba una “etiqueta” que le complicaba la vida.
En Río Negro, la jueza de Familia Marcela Trillini hizo lugar al pedido de un nieto del criminal de guerra nazi Erich Priebke para cambiarse de apellido y dejar de llamarse como su abuelo.
El joven presentó su solicitud hace un año y medio, con el fin de desvincularse del jerarca nazi responsable de la masacre de las Fosas Ardeatinas.
Tomás Erich Ramón, de 25 años, reside en Bariloche, en 2013, tras la muerte de su abuelo, compareció ante la Justicia y manifestó que quería cambiarse el apellido.
Trabajo
En esa oportunidad, dijo que sentía que llevaba “una etiqueta” que, entre otros problemas, le dificultaba conseguir trabajo.
Además, dijo que sufrió “reclamos” de sus compañeros en la escuela y que, incluso, debió cursar exposiciones policiales por agresiones.
Al presentar el planteo de Tomás, sus abogados, Daniela Núñez y Marcelo Galiani, hicieron hincapié en la necesidad de evitar que, cuando su asistido tenga hijos, ellos estén expuestos a sufrir las mismas situaciones que vivió el actor.
La magistrada admitió el reclamo y autorizó a Tomás a mantener su apellido materno y suprimir el paterno, así como su segundo nombre, Erich.
El joven es hijo de Jorge Priebke quien, luego de la muerte de su padre, defendió su accionar y, sarcásticamente, sugirió que lo enterraran en Israel. El demandante informó que no vive ni ve a su progenitor desde los dos años, cuando su madre se separó de él.
Erich Priebke, nacido en Berlín, fue capitán de las SS y destinado a Italia en 1943, donde participó en la “Matanza de las Ardeatinas”.
El hecho ocurrió el 24 de marzo de 1944, cuando 335 italianos -en su mayoría presos políticos recluidos en la cárcel romana de Regina Coeli y 75 judíos escogidos al azar- fueron fusilados por los nazis en represalia por la muerte de 33 soldados alemanes en un atentado cometido el día anterior por los partisanos en la Via Rasella, donde se encontraba la sede romana de la Gestapo.
Finalizada la II Guerra Mundial (1945), Priebke fue internado en un campo británico de prisioneros, del que se escapó en 1946. Luego, huyó a Argentina, junto con centenares de nazis.
Tras permanecer cinco años en Buenos Aires con su esposa, en 1951 se trasladó a Bariloche, ciudad en la que residió hasta que fue descubierto por la prensa, en 1994, lo que supuso su extradición a Italia, en donde fue condenado a cadena perpetua en 1998.
Tras pasar 15 años bajo arresto domiciliario por su avanzada edad, murió el 11 de octubre de 2013.
