ESCUCHARA principios de junio, en Santa Fe, en el marco de una causa por el abuso sexual de una mujer, el juez provincial de Investigación Penal Preparatoria (IPP) Rodolfo Mingarini liberó al imputado porque dijo no poder “relacionar ni entrar en la lógica” de cómo fue que se colocó un profiláctico cuando estaba sometiendo a la presunta víctima.
También expresó que no había suficiente evidencia para determinar que la relación fue forzada y dictó la excarcelación del encausado, con algunas medidas restrictivas.
El caso se inició en abril pasado, cuando una mujer que reside en el norte de la ciudad de Santa Fe denunció ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) que un albañil que trabajaba en una obra en construcción cercana ingresó a su domicilio y la sometió sexualmente.
En la audiencia de rigor, la fiscal Celeste Minitti sostuvo que el informe psicológico indicó que la denunciante estaba orientada en tiempo y espacio, sin alteraciones en la memoria ni sensoperceptivas, y que a lo largo de su relato se podían registrar varios momentos de angustia.
La agente acompañó aquel documento con los correspondientes peritajes de medicina legal, que concluyeron que la mujer sufrió lesiones compatibles con un abuso y también golpes en varias partes del cuerpo. Además, destacó que en su casa se halló material biológico del hombre, que cuando se enteró de que había sido denunciado se entregó a las autoridades y no negó lo que denominó “una relación sexual”.
Al momento de analizar las pruebas, el juez Mingarini expresó: “No puedo entender cómo, si va a tener relaciones forzadas empujándola y sometiéndola, se toma el tiempo para colocarse el profiláctico y luego avanzar sobre el cuerpo de la víctima que, según lo que está acá, se negaba”.
Ahora, fue suspendido en sus funciones y se iniciará el proceso de destitución.
Será sometido a juicio por un tribunal que componen los miembros de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, dos legisladores provinciales y dos presidentes de colegios de abogados del distrito.
