Estados Unidos y la Unión Europea (UE) presionan para que se pongan en marcha represalias contra Rusia por el envenenamiento y posterior detención del líder opositor Alexéi Navalni.
La Administración de Joe Biden anunció sanciones a siete miembros del Gobierno de Vladímir Putin.
Paralelamente, la UE hizo lo propio contra contra cuatro altos cargos rusos.
Las decisiones implican que el bloqueo del acceso de aquellos individuos a sus activos financieros y de todo tipo y su entrada en territorio estadounidense y de la UE.
Washington adelantó que también introducirá controles y aplicará penalizaciones sobre 13 entidades involucradas en la producción del agente biológico utilizado para atacar a Navalni, en virtud de la Ley de Control de Armas Biológicas.
Cabe recordar que el ex presidente Donald Trump rehusó culpar directamente a Putin por el ataque a Navalni y evitó sumarse a las sanciones europeas, a diferencia de lo ocurrido con el ataque químico contra el agente doble Sergei Skripal, en 2018, cuando sí replicó las medidas tomadas por sus aliados.
Navalni, de 44 años, activista contra la corrupción y uno de los grandes críticos del Kremlin, sufrió un grave envenenamiento en Siberia en agosto de 2020 y viajó a Alemania para curarse.
Regresó a Rusia el 17 de enero y fue arrestado de inmediato, acusado de violar los términos de la libertad condicional que le impuso una sentencia de 2014.
Aunque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que la condena a tres años y medio de prisión fue arbitraria e injusta y la suspendió, el político está preso y purgándola.
En un decisorio reciente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos exigió la liberación “inmediata” del opositor alegando que su vida corre peligro.