El juez del Tribunal Supremo español, Luciano Varela, dictó la apertura de juicio en contra de Baltasar Garzón, quien habría incurrido en prevaricato al investigar crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo, sin competencia.
La decisión emanó un día después de que Garzón le solicitó al Consejo General del Poder Judicial ser trasladado a la Corte Penal Internacional de La Haya para trabajar como asesor.
Varela sostuvo que, una vez aprobada la ley de Memoria Histórica de 2007, Garzón decidió superar la limitación que ésta le imponía e intentó asumir el control de las localizaciones y exhumaciones de cadáveres.
Además, de acuerdo con el instructor, el juez sabía que los crímenes del franquismo habían sido objeto de amnistía por parte de Cortes democráticas de España, pero ignoró su voluntad.
La querella contra Garzón fue iniciada por la organización de derecha Manos Limpias. Luego, se sumaron la asociación Libertad e Identidad y el partido Falange Española.
En tanto, el presidente de la Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica de España, Emilio Silva, declaró que la apertura del juicio era una “mala noticia” y señaló que la demanda fue admitida por el juez Adolfo Prego, quien hizo campaña con Manos Limpias y fue abogado de la Falange.
Otros procesos
Además de la causa por los crímenes del franquismo, Garzón está imputado en otros dos procedimientos: por la trama de corrupción “Gürtel”, ligada al Partido Popular, y por irregularidades en la financiación que realizó el Banco Santander de cursos que impartió en la Universidad de Nueva York.