ESCUCHARSon Lucas Chávez y Rubén Leiva. Lo ordenó el fiscal Pablo Molina. Se los acusa de homicidio agravado y calificado. Además, habrían entorpecido la investigación.
La Justicia ordenó ayer la detención de dos efectivos de la Policía de Córdoba por un presunto caso de “gatillo fácil”, en relación con la muerte del joven Fernando Pellico, de 18 años, ocurrido en la madrugada del 26 de julio último cuando recibió un balazo por la espalda, en el barrio Los Boulevares de la ciudad de Córdoba.
La decisión adoptada por el fiscal de Instrucción Pablo Molina incluyó a los agentes Lucas Chávez y Rubén Leiva.
La resolución fue tomada luego que el fiscal resolvió imputar a Leiva, además de Chávez, quien hasta ayer no tenía cargos en su contra, por el presunto delito de homicidio agravado y calificado, al considerar que existen pruebas suficientes para determinar que ambos tienen vinculación con el hecho y que, además, habrían entorpecido la investigación judicial.
En un primer momento, la causa recayó sobre la fiscal Jorgelina Gútiez, quien sólo había imputado a Chávez por la presunta comisión de los delitos de homicidio y de lesiones leves agravadas por el uso de armas de fuego. No obstante, Gútiez remitió la causa a su par Pablo Molina porque también investigaba a este agente por la presunta comisión del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, por otro hecho, ocurrido en diciembre de 2011, en el que resultó muerto un joven en el barrio El Refugio.
Reclamo de justicia
El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 26 de julio, en el mencionado barrio, cuando Pellico se dirigía en su motocicleta a comprar una gaseosa, junto a un primo, Maximiliano Peralta. Pellico recibió un impacto en la espalda que le causó la muerte, mientras que su primo resultó herido de un balazo en una pierna.
Para la familia de Pellico se trató de “un caso de gatillo fácil sin ninguna justificación”, mientras que según la versión de la policía, ese episodio ocurrió cuando dos asaltantes intentaron robar a una familia en una vivienda y, al llegar un móvil, se produjo un intercambio de disparos, tras lo cual uno de los sujetos huyó, mientras que el otro, de 17 años, cayó muerto por un balazo en la cabeza.
La muerte de Pellico movilizó a vecinos, amigos y familiares. El lunes tuvo lugar la segunda protesta en las inmediaciones de boulevard De los Alemanes y avenida La Voz del Interior, se exhibieron carteles que decían “ni un pibe más muerto” y “basta de gatillo fácil”.
En declaraciones a la prensa, la prima de Pellico, Florencia Laza, pidió a las autoridades de la fuerza “que dejen de encubrir o de mentir” cuando hablan de que lo sucedido respondió a un tiroteo.
En tanto, el jefe de Policía, Julio César Suárez, dijo que ése y otros casos estaban en mano de la Justicia provincial. Pero de todos modos remarcó que, a su criterio, “entre el accionar legítimo de un policía y el exceso de un policía llamado ‘gatillo fácil’ hay una delgada línea”.
