Determinan que, conforme la póliza, el seguro responde por el conductor no asegurado

El tribunal subrayó que la compañía debía dar cobertura a cualquier persona que el cliente autorizada a conducir el rodado en cuestión, aunque sea de manera tácita

Al observar que de las cláusulas contractuales de la póliza de seguros surgió que la compañía debe responder por el tomador de aquélla y por cualquier persona que ésta autorice a manejar del vehículo asegurado, la Cámara 7ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó la sentencia de primera instancia, que hizo lugar a la extensión de la condena a la citada en garantía Seguros Bernardino Rivadavia Cooperativa Ltda., aun cuando el contratante no hubiera quien conducía al momento del accidente, ya que no se demostró que un tercero lo manejara en contra de la voluntad de aquél.

El tribunal integrado por los vocales Jorge Miguel Flores, Rubén Atilio Remigio y María Rosa Molina de Caminal destacó que la aseguradora se quejaba por la extensión de la condena en su contra , expresando que el riesgo por responsabilidad civil está definido en el artículo 109 de la Ley de Seguros, por lo que conforme dichos términos se obligó a mantener indemne al asegurado y no a cualquier tercero.

Para una mejor comprensión del tema recursivo, el tribunal señaló que la póliza emitida por Seguros Bernardino Rivadavia Cooperativa Ltda. tenía como tomador y asegurado a F. E. V. y como objeto del seguro al automóvil marca Renault Clio; que no se formuló denuncia de siniestro y que la sentencia no determina quién era el conductor del automóvil al momento del siniestro por el que se condenó a J. I. M. en su calidad de titular registral del rodado.

El tribunal continuó relatando que la póliza vigente al momento del accidente fue emitida por la aseguradora con posterioridad a la adquisición del vehículo por el demandado J. L. M. y que por ello la cocontratante aseguradora -al momento de celebración del contrato- conocía o debía conocer esta última circunstancia (es decir, que el tomador-asegurado no era titular registral del vehículo).

En ese marco, la cámara sostuvo que fue cierto que la aseguradora (conforme la póliza) se obligó a mantener indemne al asegurado y al conductor autorizado (no a cualquier otro tercero) y que, aun cuando no constituya requisito necesario ser el “dueño” de la cosa para celebrar un contrato de responsabilidad civil que tenga a un automóvil como objeto de un seguro de responsabilidad civil, la extensión de la cobertura prevista en la póliza -conforme las condiciones generales aprobadas por la Superintendencia de Seguros de la Nación- alcanza al conductor que con autorización conduzca a la unidad objeto del seguro.

Riesgo

Así, se indicó que en la cláusula 1 de responsabilidad civil hacia terceros, referente al riesgo cubierto, el asegurador “se obliga a mantener indemne al asegurado y/o a la persona que con su autorización conduzca el vehículo objeto de seguro (en adelante el conductor) por cuanto deban a un tercero sólo por los conceptos e importes previstos en la cláusula siguiente, por los daños personales causados por ese vehículo o por la carga que transporte en condiciones reglamentarias, por hechos acaecidos en el plazo convenido en razón de la responsabilidad civil que pueda resultar a cargo de ellos”, añadiendo que “el asegurador asume esta obligación únicamente a favor del asegurado y del conductor autorizado por los conceptos y límites previstos en la cláusula siguiente, por cada acontecimiento ocurrido durante la vigencia del seguro”.

Los jueces manifestaron que esta claúsula delimita a las personas que cubre la póliza de seguros por responsabilidad civil, donde no incluye al titular registral de la unidad sino que lo limita al asegurado y al conductor autorizado (como dice el apelante).

Conflicto

En razón de lo expuesto, la cámara sostuvo que la cuestión central del conflicto recursivo no se modifica en absoluto por la circunstancia de que el demandado (titular registral) haya o no conducido el automóvil asegurado, al indicar que la cobertura alcanza “al asegurado y/o a quien con su autorización conduzca la unidad asegurada”.

Después de establecer el punto, se añadió que siendo que la citada en garantía -al contestar la demanda- no invocó ni acreditó que el vehículo fue utilizado contra la voluntad del tomador-asegurado, es claro que la autorización de conducir se presume por la sola disposición material del vehículo por parte de quien lo conducía al momento del accidente (voluntad presunta).

En conclusión, la alzada señaló que, en el sub examen, las consecuencias derivadas del uso del vehículo, constituyen una cuestión vinculada a la relación interna entre el asegurado, la aseguradora y el titular registral pero de ninguna manera esa interrelación neutraliza la extensión de la condena por responsabilidad civil a la citada en garantía.