Designan a la hermana mayor como tutora de una adolescente

Ante el fallecimiento de los padres, el tribunal valoró la entrevista mantenida con la joven y el estado de vulnerabilidad en que se encuentra el menor

El Juzgado Civil, Comercial y Familia de la ciudad de Laboulaye admitió la demanda de tutela incoada por la accionante en relación con su hermano menor de edad, quien carece de padre y madre. Después de escuchar el magistrado al adolescente, tuvo en cuenta sus manifestaciones en función de su edad y madurez, y decidió, atendiendo primordialmente a su interés superior, considerar que la solicitante, su hermana mayor, era la persona más idónea para brindarle protección.

En el caso compareció L. M. U. y solicitó su designación como tutora de su hermano P. J. O.L. Manifestó que la madre del joven falleció el 18 de enero de 2021 y su padre el siguiente 6 de febrero, conforme lo acredita con copias de actas de defunción.

La peticionante agregó que desde el fallecimiento del progenitor, el adolescente convive con ella en su domicilio y que desde esa fecha su hermano se encuentra bajo su cuidado, es su sostén familiar y ejerce de hecho la guarda.

Artículo

El juzgado a cargo de Ignacio Andrés Sabaini Zapata, al analizar la cuestión indicó que, conforme lo dispuesto por el artículo 101, inciso b), del Código Civil y Comercial (CCy C), corresponde la representación legal de las personas menores de edad no emancipadas, a falta de sus padres –entre otros supuestos–, al tutor que se les designe.

En este marco normativo, el fallo señaló que, acreditada la situación de vulnerabilidad del niño, niña o adolescente, se encuentra habilitada a solicitar la tutela de éste toda persona que se considere idónea para el ejercicio de los derechos y deberes inherentes al cargo de que se trata y que reúna los requisitos (positivos y negativos) exigidos por el CCyC a tal efecto, cuyo cumplimiento será examinado y valorado por el tribunal, conforme la prueba producida en la causa.

Así, el juez sostuvo que la presente demanda de designación de tutor es promovida por L. M. U. en carácter de hermana del adolescente ya mencionado, patrocinados por el asesor letrado de la sede, doctor R. C.; y que la compareciente solicita ser designada tutora de su hermano en razón de lo ya referido: el fallecimiento de sus padres.

Pruebas

De las pruebas aportadas el fallo sostuvo que quedó acreditado que la solicitante reúne las condiciones de idoneidad moral exigidas por ley y que no se encuentra dentro del tipo de personas excluidas para ser tutores.

En esa dirección, el magistrado apuntó que tuvo en cuenta especialmente la entrevista personal con el adolescente, y resaltó que el derecho a participar en el proceso judicial no sólo comprende la asistencia a la entrevista personal sino que la opinión vertida por los niños, niñas y adolescente deba ser tenida especialmente en cuenta para la toma de decisiones sobre aquellos aspectos que les atañen puesto que, de esta manera, se garantiza su efectiva y concreta participación.

De la entrevista, se indicó que surgió la contención brindada por su hermana, así como la integración del menor con el resto del grupo familiar, con el que realiza distintas actividades de recreación y esparcimiento. Que es su hermana quien se ocupa de su atención y cuidado, cumpliendo el rol de sus padres, con todos los cuidados y cariño.

En conclusión, Sabaini Zapata sostuvo que “nada tiene para observar respecto del trámite cumplido en el juicio, ya que se ha demostrado la situación de vulnerabilidad del adolescente ante el fallecimiento de sus progenitores (en primer lugar su madre y con posterioridad su padre), que se encuentran contenidos en el seno familiar por su hermana (conforme surge de la encuesta socioeconómica y audiencia de conocimiento personal)”.

Interés

Con lo actuado, la decisión apreció que lo peticionado resguarda el interés superior de los niños consagrado por la Convención sobre los Derechos del Niño en sus artículos 1, 3 y 9, incisos 1 y 3, norma internacional que integra la Constitución Nacional (art. 75, inc. 22) y ley 23849.

Por todo lo expresado, en el fallo se resolvió que la designación de L. M. U. como tutora de P. J. O. L. resulta beneficioso para éste, toda vez que ella constituye y desempeña un verdadero referente afectivo y forma parte de su centro de vida.

En consecuencia, ordenó designar tutora a la solicitante, a fin de brindarle a P J O L, un marco conveniente para asegurar su desarrollo integral en el plano espiritual, material y afectivo, ante la ausencia de sus progenitores.