El empresario Ricardo Fort falleció con un cuadro general de “infección generalizada”, concluyó una junta médica que descartó que la muerte se debiera a un caso de mala praxis.
Los expertos indicaron, además, que esa infección no influyó en el deceso de Fort, quien falleció por “muerte súbita”.
En una pericia ordenada por el juez Diego Slupski, los médicos consignaron que Fort falleció “con una infección generalizada con la forma clínica de sepsis, pero no de ella”. Los peritos agregaron que “el tratamiento antibiótico empírico realizado” a Fort “es el correcto y habitual en estos casos, ante la presencia del cuadro descripto”.
“De la autopsia y la historia clínica surge que el paciente muere por una cuadro de ‘muerte súbita cardíaca’ “, expusieron los expertos.
“El resto de los hallazgos de la historia clínica son secundarios, fundamentalmente al cuadro de sepsis” y “la obstrucción del 90 por ciento de una de las arterias coronarias fundamentales es la base que permite sostener esta conclusión”, agregaron.
Sin embargo, la pericia destacó que, “si bien el estado de salud del paciente era de gravedad, nada hacía suponer la posibilidad de una detención cardíaca”, por lo que hubo “un correcto manejo” por parte de los médicos que lo atendieron.
La junta afirmó que Fort “tenía características de personalidad que dificultaban el accionar médico, se comportaba como un HIC (huésped inmunocomprometido) por haber recibido esteroides”.