Padres de las dos víctimas del derrumbe en el boliche Beara, familiares de Cromañón y diputados del arco opositor al PRO repudiaron ayer la posible de designación como juez de Martín Farrell, quien era director de Habilitaciones y Permisos de la Agencia Gubernamental de Control porteña, cuando ocurrió la tragedia en 2010.
“Queremos denunciar públicamente que en 19 días los ciudadanos podemos correr el riesgo de tener nombrado un juez, cuya designación se realizó sin el trámite parlamentario correspondiente; es grave porque quienes tienen que tomar esa decisión son los legisladores”, dijo Juan Lizarraga, padre de Ariana Beatriz Lizarraga, una de las chicas muertas.
En tanto, Alicia Tagliaferro, mamá de otra de las víctimas, Leticia Paula Provedo, sostuvo: “Lo que queremos es que se tome conciencia que que este juez que tiene que velar por los intereses de los ciudadanos no cumplió con sus obligaciones como funcionario pública”.
“Si Farrell tuviera ética se hubiera bajado de esta designación”, opinó Tagliaferro, durante una conferencia de prensa que se realizó en el Salón Jauretche del palacio legislativo. Lizarraga contó que Farrell estuvo declarando ante la jueza Alicia Iermini, por “homicidio culposo y cohecho” y advirtió de que “una persona así no puede estar al frente de un juzgado”.
En tanto, Nilda Gómez, mamá de una víctima de Cromañón, tomó la palabra también para decir que “la corrupción mata, queremos nada más que se cumpla con la ley”.
Luego Tagliaferro leyó una carta en la que entre otros párrafos se afirma: “A nuestras hijas las mató la corrupción, como a los (chicos) de Cromañón, pero todo sigue pasando”.
“Farrell habilitó este boliche a pesar de que le recomendaron no habilitarlo por las múltiples clausuras y desvirtuación del rubro que poseía y, si no lo hubiera hecho, nuestras hijas estarían vivas y no estaríamos aquí diciendo que este señor no cumplió con sus deberes de funcionario público”, se afirma también en la misiva.